Medir la velocidad lectora en la lectura silenciosa

13 Dic

La velocidad lectora es un indicador que puede tener su utilidad, y es relativamente fácil de calcular. El alumno lee un texto, se cuenta el número de palabras que ha leído, se mide el tiempo que ha tardado en leerlo y con esos datos se puede calcular el número de palabras por minuto que ha leído. Cuando hay problemas en la precisión de la lectura puede ser más útil otro indicador que es el número de palabras correctamente leídas por minuto. En ese caso basta con restar los errores del número de palabras leídas. En investigación se utilizan otros indicadores como el tiempo medio de lectura por cada palabra del texto, que en realidad es una variante del número de palabras por minuto, una medida más tradicional y más comprensible en educación. Todo esto supone que el alumno está leyendo en voz alta, pero la lectura en voz alta es una actividad que se hace pocas veces fuera del colegio. En realidad la misma forma de calcular la velocidad de lectura en voz alta se puede utilizar para calcular la velocidad de la lectura silenciosa, pero en ese caso, no es posible saber si el alumno realmente ha leído el texto completo. En educación puede ser suficiente con dar por supuesta la buena voluntad del alumno y tomar esa medida, pero en investigación es bastante insatisfactoria, porque es demasiado global, y el tiempo que el alumno dedica a leer cada palabra, oración o parte de ella puede dar una información importante sobre su comprensión.

Métodos más sofisticados para medir la velocidad en la lectura silenciosa

Imagen enlazada de la web de Sidney D’Mello

El caso es que existen otros métodos para medir la velocidad en la lectura silenciosa que se pueden dividir en métodos de seguimiento ocular, lectura autoadministrada y métodos de lápiz. Los métodos de seguimiento ocular utilizan un sistema de cámaras que registra los movimientos oculares, siendo posible conocer qué palabra del texto está mirando el lector y cuánto tiempo dedica a su lectura. Su inconveniente es que ponen al lector en una situación bastante artificial en la que normalmente tienen que leer en una pantalla, con unas gafas especiales, y manteniendo quieta la cabeza. Sin embargo la tecnología de seguimiento ocular avanza y los dispositivos que se utilizan son cada vez más discretos. En la lectura autoadministrada el texto aparece en una pantalla, pero no completo, sino que cada vez que el lector pulsa una tecla aparece una nueva palabra o fragmento del texto. Un programa de ordenador calcula el tiempo que transcurre entre una pulsación y otra. Aunque este sistema es menos preciso que el seguimiento ocular porque el lector puede pulsar la tecla sin haber leído el fragmento de texto que se le ha presentado, o porque no tiene en cuenta si se vuelve hacia atrás en el texto, tiene una gran ventaja: se puede aplicar a varios alumnos de forma simultánea. Sin embargo, los colegios no cuentan con instrumental para el seguimiento ocular ni para la lectura autoadministrada, por eso para ellos puede ser importante una tercera forma de evaluación: los «métodos de lápiz» en los que el alumno va subrayando la parte de texto que está leyendo, o simplemente lee, y cuando el profesor da una señal rodea la palabra que está leyendo en ese momento. Nuevamente dependemos de la buena voluntad del alumno (que se presupone) y la información que proporciona el método es menor que la de los dos primeros, pero como ventaja, es económico, se puede aplicar en grupo, y es el menos artificial de todos.

Un nuevo método

Lo que he estado diciendo puede ser interesante para fanáticos de la evaluación de la lectura o como recurso para ayudar a insomnes a conciliar el sueño, pero lo cuento para señalar que se está utilizando un método nuevo de evaluar la velocidad de lectura silenciosa. Se trata de un método mixto que aprovecha las posibilidades de las tabletas digitales. Se trata de una combinación entre los métodos de lápiz y la lectura autoadministrada, en el que se enseña al alumno a subrayar lo que lee, parando cuando para la lectura, y subrayando hacia atrás cuando vuelve atrás en el texto. Lo peculiar del método es que el alumno lee en una tableta con un programa que registra y analiza los movimientos del lápiza en la pantalla. Eso permite calcular su velocidad de lectura, pero también tener una estimación de cuánto tiempo dedica a cada parte del texto, y saber si ha necesitado volver hacia atrás. Se puede encontrar más información sobre el uso de este método en el artículo Silent reading fluency using underlining, de Katherine W. Price, Elizabeth B. Meisinger, Max M. Lowerse y Sidney K. D’Mello.

4 respuestas to “Medir la velocidad lectora en la lectura silenciosa”

  1. María del Rocío Costa 12/13/2012 a 10:22 am #

    Reconozco que la fluidez en la lectura está vinculada a la comprensión de esta. Sin embargo, mi experiencia con las prácticas ligadas a la medición de la velocidad lectora es que la misma va en detrimento de la comprensión. En mi país la velocidad lectora ha acarreado prácticas educativas como la lectura en voz alta tomando turnos entre los estudiantes. Ambas prácticas, envían un mensaje equivocado al aprendiz. El énfasis en la lectura precisa y en la medición de la rapidez le resta importancia a la comprensión puesto que el lector lee, como decimos en mi tierra, «como el papagayo». Son muchos los recuerdos que poseemos de nuestros días de escuela elemental en que cuando se leía en turnos, para evitar equivocarnos en la lectura, desde nuestras sillas, hacíamos un cálculo del párrafo u oración que nos tocaría leer. En vez de prestar atención al contenido de la lectura que hacían nuestros compañeros, en estrés, mientras cada uno de los otros iban leyendo su parte, nosotros practicábamos la nuestra para no cometer errores. Al hacerlo, no le prestábamos atención a comprender, sino a decodificar. En ese sentido, creo que una mejor manera de evaluar la lectura del alumnos son los «records de lectura oral» o «runniing records» (en inglés), o los análisis de desaciertos («miscue analysis»). Ambas estrategias demuestran cómo el lector utiliza los sistemas del lenguaje en el acto de leer y en adición comprueban la comprensión del texto mediante la utilización de la guía de recontar.

    • Juan Cruz 12/13/2012 a 6:56 pm #

      Gracias por tu comentario María del Rocío.

      Estoy totalmente de acuerdo en que la velocidad de lectura no es un objetivo final sino un medio o un indicador. Procuro que mis alumnos alcancen una fluidez que indique que leen con poco esfuerzo, es decir que pueden dedicar la mayor parte de su atención al contenido del texto, no a juntar letras. Una vez que llegan a ese nivel no me preocupa si leen un montón de palabras por minuto o dos montones de palabras por minuto.

      Me ha resultado muy graciosa la estrategia de intentar calcular qué trozo del texto te iba a tocar leer. Mis profesores eran bastante astutos y no nos hacían leer en orden, así que ni lo intentábamos. La verdad es que cuando algún alumno tiene dificultades de lectura suelo recomendar al profesor que en ese tipo de actividades le avise de qué trozo va a leer, y así lo practica (que siempre está bien), y queda como un rey delante de sus compañeros.

      Hasta hoy no había oído mencionar los «running records» y me ha parecido una herramienta muy interesante. Dejo un enlace con un documento en inglés bastante completo por si hay más gente que, como yo, desconozca esta forma de evaluación. Sí que es cierto que mis evaluaciones de lectura se parecen bastante a lo que se indica ahí. A la gente que utiliza el test TALE (el antiguo) le sonarán familiares bastantes cosas. Aunque un «running record» realizado tal como se explica en el documento aporta más información. Una de las cosas que más me ha gustado es que no solo se preocupa por contar y clasificar los errores, sino que se trata de tener en cuenta por qué se comete el error.

  2. Manuel Leyton 08/14/2013 a 3:00 am #

    «Estoy en completo acuerdo de lo que se plantea respecto a la medición de la velocidad lectora oral con respecto a la velocidad lectora silenciosa, la cual en Chile la mayoría de los profesores de lenguaje y comunicación como algunos profesores diferenciales aplican este método lector oral que se mide y se clasifica en: Determinar y anotar donde dice “Calidad de Lectura Oral”, a qué categoría corresponde su lectura considerando la que más predomina:

    No lector
    Lectura Silábica
    Lectura Palabra a Palabra
    Lectura por Unidades Cortas
    Lectura Fluida

    Lo que encuentro con mi experiencia tanto en educación especial, educación de adulto y educación básica como una barrera a lo que es el inicio de la comprensión y finalmente la redacción la cual hay serios problemas respecto a estos temas, por lo que como Profesor General Básico, Profesor Especial y Profesor de Computación, me doy cuenta de lo mal que hemos hecho en perder tiempo en este tipo de practica la cual lo que hacemos es confundir a la personas en leer como bien lo decía el articulo como papagayo y no potenciar sus habilidades visuales y gestuales en una lectura silenciosa buscando el mismo alumno la manera de comprender y a la vez permitir redactar y dar respuestas claras o entender cual es la alternativa mas acertada en pruebas que miden la calidad de educación en base a esto tan importante que es el comprender los grafemas con estructuras diferentes de interpretar y manipular en diferentes textos tanto literarios como no literarios a lo que no le hemos dado mayor importancia es a medir la velocidad de un texto en forma silenciosa con un sin fin de estrategias que le permitan al individuo mejorar su comprensión de textos y a la vez mejorar la redacción y el léxico como ademas entender un problema matemático el que es un gran problema en educación matemática como es la resolución de un problema matemático que esta muy ligado con la comprensión he interpretación, llegando a su interpretación final que es la de comprobar su respuesta». me gustaría amigo que me dieran algunas estrategias que me permitan mas que ver su honestidad en los alumnos antes de una estrategia con lectura silenciosa que es lo que me interesa mejorar en mis alumnos es poder medir con exactitud donde esta fallando su comprensión y redacción por lo que pretendo mejorar su tiempo y respuesta en un tiempo determinado dando preguntas que sean de tipo textual, inferenciadas y de juicio critico.

    Seré su agradecido en esto que lo considero tan importante en las proyecciones de un individuo a comprender la vida apuntada a que este sea feliz con valores y conocimientos y mucho mas a personas con necesidades educativas especiales que es donde se requieren otras estrategias que permitan potenciar sus capacidades de comprensión, redacción y comunicación, excelente el articulo de investigación que los has dejado se agradece»

    Manuel Leyton R.

    Profesor de Educación General Básica con Mención en Educación Especial y
    Postitulo en Administración en Recursos Humanos
    Antofagasta Chile

    • Juan Cruz 08/14/2013 a 4:06 am #

      Hola Manuel:
      Si no lo ha hecho ya, te invito a que ojees todo el blog: encontrarás pruebas de evaluación de la comprensión, información sobre los factores que se relacionan con una buena comprensión y, en algunos casos, acceso a programas técnicas y ejercicios.

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