De Finlandia a Estonia

15 May

Con la publicación de los primeros resultados de las pruebas de competencia lectora PISA se creó un notable interés por Finlandia. Sus resultado era el más alto entre los 32 países participantes y además estaba entre los mejores en las pruebas de matemáticas y ciencias. El alto nivel en la prueba de lectura se mantuvo en las ediciones de 2003 y 2006, pero después fue descendiendo hasta situarse cerca de la media de la OCDE, tal como se puede ver en la siguiente imagen.

Se han realizado distintos análisis sobre las razones de este descenso, habiendo cierta coincidencia en que puede estar relacionado con reformas metodológicas en la enseñanza, especialmente, con la introducción del aprendizaje basado en fenómenos, una pedagogía constructivista y multidisciplinar similar al aprendizaje por proyectos.

Mientras tanto, ha crecido el interés por Estonia, un país cercano a Finlandia (cruzando el mar Báltico hay unos 80 kilómetros entre Tallin, en Estonia, y Helsinki, en Finlandia), con una lengua y una cultura bastante parecidas. Los resultados en competencia lectora de Estonia nunca han sido, como sucedió en Finlandia, los más altos de la prueba, pero sí han estado entre los mayores de países occidentales. Atendiendo a las últimas ediciones de la prueba, en 2015 los resultados de Finlandia (526) aún fueron más altos que los de Estonia (516), siendo Canadá e Irlanda (523) los países occidentales con mayor rendimiento.

En 2018 Estonia (523) obtuvo el mejor resultado entre los países occidentales, superado por Hong Kong (524), Macao (525), Singapur (549) y la agrupación de provincias chinas de Beijing, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang (555). En 2022 la puntuación de Estonia (511) solo fue superada por Taipei (515), Corea (515), Japón (516), Irlanda (516) y Singapur (543).

La propia OCDE, que organiza las pruebas PISA, publicó en 2020 un libro titulado «Early learning and child well-being in Estonia«. Este documento nos aporta algunos datos interesantes sobre el país:

  • En Estonia se hablan varios idiomas. El mayoritario es el estonio, utilizado por el 70% de la población, seguido por el ruso (25%). El 5% restante hablan otros idomas, como el ucraniano o el finés.
  • Su tasa de pobreza en menores de edad es una de las más bajas de la OCDE, aunque algo mayor que la de Finlandia.
  • Su producto interior bruto (PIB) per capita es menor que el de la media de la OCDE o de la Unión Europea. En España el PIB per capita fue de 30320 € en 2023. El de Estonia fue 27590 €.
  • Menos del 3% del alumnado de que participó en PISA 2018 era inmigrante de primera generación.

También sobre la educación infantil:

  • La educación preescolar se extiende hasta los 7 años y se emplean métodos educativos diversos. No es obligatoria, pero se procura que todo el alumnado realice al menos un año de educación preescolar antes de acceder a la primaria.
  • Más del 70% de la población de 2 años de edad acude a una escuela infantil. Entre los 3 y 5 años el porcentaje está en torno al 90% y a los 6 años es del 80%.
  • La mayoría del alumnado escolarizado en un centro infantil pasa en él 30 o más horas semanales, en ocasiones, más de 40.
  • La cantidad de alumnado por trabajador en los centros de Educación Infantil está entre 7 y 10. Es menor que la ratio media de la OCDE para el alumnado de 3 a 6 años, pero mayor en el tramo de menores de 3 años.
  • El profesorado de Educación Infantil cobra menos que el de Educación Primaria, aunque la diferencia se ha ido reduciendo progresivamente.

En 2018 la OCDE realizó un estudio sobre el aprendizaje a los 5 años de edad en Estonia, Inglaterra y Estados Unidos. Los resultados obtenidos por Estonia se presentan en el libro que mencioné antes, aunque también lo podemos encontrar en otras fuentes. Según la valoración de padres y docentes, a los 5 años:

  • Más del 90% habla combinando varias oraciones.
  • Más del 85% realiza inferencias al escuchar un relato.
  • Entre el 70% y el 80% reconoce los sonidos que riman en dos palabras.

Respecto a las actividades que se hacen en casa para favorecer el desarrollo del lenguaje oral y de la lectura, más de la mitad de los padres tiene conversaciones con sus hijos todos o casi todos los días y es curioso que más del 20% indica que no conversa con sus hijos más de dos días a la semana.

En casi el 60% de las familias leen a sus hijos 3 o más días a la semana. En cambio quienes cantan canciones, o practican rimas o poemas son algo más del 35% y menos del 30% cuenta historias que no estén escritas en un libro.

Más del 80% realiza alguna actividad semanal para ayudar a aprender las letras y algo más del 40% la realizan 3 o más días a la semana. Curiosamente, algo más de la mitad de las familias nunca va con sus hijos a una biblioteca y aproximadamente el 40% lo hace menos de una vez a la semana.

Algunas comparaciones entre la lectura en Finlandia y Estonia

Existen algunas investigaciones que comparan la la lectura en Finlandia y Estonia, especialmente en los cursos iniciales. Es difícil encontrar en estos estudios claves para interpretar la diferente trayectoria de estos países y curiosamente, los resultados tienden a ser más favorables en los grupos de alumnado finlandés, con la excepción de una ventaja inicial en la habilidad lectora en Estonia, ya que la decodificación comienza a trabajarse el año anterior a la entrada en la escuela. Presento brevemente tres investigaciones de este tipo.

Un grupo de investigadores de las universidades de Jyväskylä y Tallinn publicó en 2017 un estudio de observación de las prácticas docentes en 1.º y 3.º de Educación Primaria en Finlandia y Estonia, y su relación con la lectura.

En su introducción nos informa de que el finés y el estonio son lenguas muy transparentes, es decir, que sus relaciones entre grafemas y fonemas son muy sencillas. Igual que en Finlandia, la educación primaria de Estonia comienza en el curso en que se cumplen los 7 años. En ambos países se utilizan métodos de enseñanza de la lectura fónicos, se trabaja la fluidez y la comprensión desde el primer curso y en los dos primeros años de escuela primaria se dedican 6 o 7 horas semanales a la alfabetización inicial.

Una diferencia en la enseñanza de la lectura es que en Finlandia comienza con la escuela primaria, a los 7 años, mientras que en Estonia se inicia en la etapa preescolar, a los 6 años. En ese momento se enseña leer y escribir palabras sencillas.

En otro estudio comparativo, publicado en 2019 se evaluó la comprensión lectora de alumnado finlandés y estonio cuando cursaban 1.º, 2.º, 3.º y 6.º curso de primaria. La muestra de Estonia obtuvo mejores resultados en el primer curso, mientras que la muestra finlandesa los obtuvo a partir del segundo.

Otro estudio de 2019, realizado por el mismo equipo que el anterior comparó a alumnado finlandés y estonio en 1º y 2º curso de primaria. La fluidez lectora al comenzar la primaria era un mejor predictor de la habilidad lectora en 2.º en Estonia que en Finlandia. El alumnado con riesgo de dificultades de aprendizaje (baja fluidez lectora y baja velocidad de denominación al comenzar el primer curso) experimentaba mayores mejoras y menos dificultades en Finlandia que en Estonia.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.