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Efectos de la enseñanza temprana de la lectura: la parábola del sembrador

23 Nov

Salió el sembrador a sembrar y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.

El investigador alemán Sebastian Suggate nos recuerda establece una analogía entre esta parábola y la enseñanza temprana de la lectura, sobre todo que para que la semilla (enseñanza de la lectura) fructifique tiene que caer en tierra bien preparada (momento adecuado). No se trata de algo nuevo, ya hubo una época en la que el concepto de «madurez para la lectura» estuvo presente en las escuelas y se realizaron intentos de predecir el momento óptimo para enseñar a leer basándose en la teoría del desarrollo de Piaget o en un la habilidad perceptivo-motora.

Suggate, en cambio, se basa en la concepción simple de la lectura, que propone que esta habilidad depende de dos factores: la comprensión del lenguaje y la descodificación. Por tanto, considera que el momento óptimo para enseñar a leer se caracterizaría porque:

  1. El aprendizaje de la descodificación puede hacerse con poco esfuerzo.
  2. Se puede realizar en armonía con las actividades para el desarrollo lingüístico y no sustituyéndolas.
  3. Añadir las habilidades de lectura a las habilidades lingüísticas resulta beneficioso para el aprendizaje de los niños (pueden acceder a los conocimientos del currículo a través de la lectura).
Hortus deliciarum, de Gleichnis vom Sämann

Hortus deliciarum, de Gleichnis vom Sämann

Una revisión de la investigación

El estado de la investigación sobre el tema se podría resumir en una frase:

Hay datos sólidos y convergentes que sugieren que el aprendizaje temprano de la lectura no conduce a una mejor lectura en el futuro, más allá de las mejoras iniciales a corto plazo.

  • Los estudios con resultados más favorables para pensar en una iniciación temprana (para Suggate esto se daría entre los 5-6 años) de la lectura indican que los resultados en lectura son estables. Los niños que de pequeños obtiene buenos resultados en lectura tienden a obtener buenos resultados de mayores. Muchas veces, esos estudios no han controlado otras variables, como la capacidad intelectual o el nivel socio-económico de las familias y, a largo plazo, las habilidades lingüísticas parecen un predictor de la lectura mejor que las habilidades de lectura de palabras.
  • Pocos estudios de intervención aportan datos de seguimiento a largo plazo. Los que hacen algún tipo de seguimiento indican que el efecto de la enseñanza temprana disminuye con el paso del tiempo.
  • Analizando los resultados de la evaluación PISA no se han encontrado diferencias en lectura según la edad de inicio de la escolarización.
  • Estudios en que se comparan grupos de alumnos del mismo sistema educativo que comienzan el aprendizaje de la lectura a distintas edades encuentran que la enseñanza temprana de la lectura no produce diferencias en el nivel de lectura a largo plazo.

Y un modelo

Suggate propone un modelo del aprendizaje de la lectura basado en dos hipótesis:

  1. Los niños de mayor edad aprenden las habilidades de descodificación más rápido que los niños de menor edad.
  2. Disponer de habilidades tempranas de lectura no produce mayores beneficios sobre el lenguaje oral que desarrollarse en un entorno lingüístico con la misma calidad.

El modelo tendría tres fases:

La primera es la fase del lenguaje. En ella se mejora la habilidad lingüística por la exposición al lenguaje oral, las habilidades de descodificación son muy laboriosas de desarrollar y no benefician al desarrollo del lenguaje.

La segunda fase es la de descodificación. En esta fase la habilidad lingüística se puede beneficiar del desarrollo de las habilidades de descodificación, aunque no más que de la exposición a un entorno de lenguaje rico. Por otra parte, el conocimiento lingüístico favorece la adquisición de las habilidades de descodificación.

La tercera fase es la de lectura para el aprendizaje. En esta fase se alcanza el dominio de las habilidades de descodificación, y el lenguaje se beneficia de la lectura de una forma que no se podría sustituir por experiencias con el lenguaje oral.
The Parable of the Sower and the long-term effects of early reading está disponible en: https://www.researchgate.net/publication/283537853_The_Parable_of_the_Sower_and_the_long-term_effects_of_early_reading

¿Es bueno adelantar la edad de inicio de la lectura?

4 Feb

La situación es la siguiente: en España uno de los objetivos de la Educación Infantil es iniciarse en la «lecto-escritura» (RD 1630/2006). En muchos casos los niños acaban la etapa de Infantil sabiendo leer y escribir, de modo que en el primer curso de Primaria no se les enseña a leer, sino que desde el inicio del curso trabajan con materiales impresos. Entre el profesorado de Primaria se está perdiendo el conocimiento práctico de cómo enseñar a leer a los niños y, a veces, cuando un niño llega a esta etapa sin saber leer es derivado directamente a los servicios de orientación como si tuviera algún trastorno.

Por otra parte, algunos colegios adelantan la edad de inicio de la enseñanza de la lectura, que comienza en 2º de Infantil y, en algunos casos utilizan programas de supuesta enseñanza precoz de la lectura en niños aún más pequeños. Como suele suceder con muchas cuestiones de educación, apenas se encuentran datos sobre los beneficios y los perjuicios de cada una de estas opciones, de manera que me imagino que las decisiones que se toman en los colegios sobre cuándo comenzar la enseñanza de la lectura no se basan en la eficacia de la opción elegida sino en otras cuestiones: posibilidad de captar clientes, opinión del profesorado, interés de las familias…

Investigación sobre el efecto de adelantar la edad de lectura

Sebastian Suggate, de su web en la Universidad de Regensburg

Afortunadamente, Sebastian Suggate, profesor de la facultad de psicología y pedagogía de la Universidad de Regensburg, tiene este tema como una de sus líneas de investigación. Una de las cosas que más llama la atención de su producción científica son los títulos de sus artículos en los que aparecen expresiones como «regar el jardín antes de la tormenta», «la parábola del sembrador», o «no conviertan la infancia en una competición de velocidad», o sea, que cuida que sus artículos no sean aburridas publicaciones para especialistas, sino que trata de atraer la atención del lector.

Entre sus últimas publicaciones está el artículo Does early reading instruction help reading in the long-term? A review of empirical evidence, publicado en Research on Steiner Education. Suggate describe en él la enseñanza temprana de la lectura como la realización de actividades, iniciadas y dirigidas por los adultos, para desarrollar la habilidad de descodificar textos escritos, a una edad que no es óptima, es decir, que aunque los niños aprendan a leer, la enseñanza es poco eficiente, o limita seriamente otras actividades. Aproximadamente considera que la enseñanza de la lectura a los 4-5 años de edad se suele considerar temprana, y a los 6-7 años tardía.

Según el artículo del dr. Suggate, los estudios correlacionales indican que existe una asociación entre los indicadores de lectura tempranos y el rendimiento en Educación Primaria, aunque de eso no se puede deducir que la enseñanza temprana de la lectura sea la causa del buen rendimiento. Existe un conjunto notable de investigaciones acerca de cómo influyen la escolarización en centros de Educación Infantil y los programas educativos para familias en el desarrollo de niños en situación de riesgo por su entorno social y económico. Aunque se ha visto que estas intervenciones producen beneficios, las mejoras a largo plazo se suelen apreciar en el desarrollo cognitivo, social y emocional más que en el rendimiento académico, y no parece que el hecho de que estos programas incluyan el aprendizaje de la lectura o no afecte al rendimiento en lectura durante la Educación Primaria.

Existen otro tipo de estudios que comparan sistemas educativos en los que la enseñanza formal de la lectura comienza a distintas edades. Según estos estudios ni a los 9 ni a los 15 años de edad se aprecian diferencias atribuibles a la edad a la que comezó a enseñarse a leer. Sin embargo, los resultados deben tomarse con mucha precaución, porque no se controlan factores importantes como el idioma de los alumnos. Tradicionalmente los países de habla inglesa han sido tendentes a un inicio temprano de la enseñanza de la lectura, pero eso podría deberse a que se trata de un idioma en el que la lectura es muy compleja y es necesario invertir más tiempo para dominarla.

Algunos estudios realizados por Suggate han comparado sistemas dentro del mismo país en los que la enseñanza de la lectura se inicia a distintas edades, concretamente la educación estatal de Nueva Zelanda, en la que se comienza a enseñar a leer a los 5 años, y colegios Waldorf en los que la enseñanza comienza a los 6 años y medio. Tras controlar las diferencias socio-culturales entre unos alumnos y otros, los resultados indicaban que a los 11 años los alumnos que habían comenzado a leer de de forma tardía tenían un nivel similar al de los lectores tempranos, mostrando, incluso, una ligera ventaja en comprensión.

Reflexiones

Esta información no zanja el debate, pero al menos permite iniciarlo de una forma racional, es decir, aportando datos y pruebas que apoyen a las distintas posturas. Por ahora parece que los alumnos que aprenden a leer de forma más tardía alcanzan en pocos años un nivel de competencia similar al de los alumnos a los que se enseñó a leer tempranamente. Sería interesante saber qué sucede con otros aprendizajes, concretamente con los que no se hicieron durante el tiempo que se dedicó a la enseñanza de la lectura, y con los que se pudieron hacer debido a que el alumno ya sabía leer. ¿Existen diferencias en éstos?

Para ampliar información

Children learning to read later catch up to children reading earlier

The contribution of age and reading instruction to oral narrative and pre-reading skills

Too much too soon: School starting age: the evidence