Lo que las maestras deben conocer y hacer para enseñar las relaciones grafema-fonema, la conciencia fonológica y el reconocimiento de palabras. Esto dice el título de un artículo de opinión publicado por Linnea C. Ehri en la revista The Reading Teacher. El subtítulo dice: «el objetivo de la enseñanza inicial de la lectura es capacitar al alumnado para mirar las palabras en un texto escrito y reconocer automáticamente su pronunciación y su significado. ¿Cómo sucede esto?»

Pero, ¿quién es Linnea Carlson Ehri? y ¿por qué deberíamos hacer caso a sus recomendaciones? Bueno, desde 2018, la doctora Ehri es una psicóloga jubilada. Antes de llegar a eso ha sido profesora en la City University of New York y ha realizado algunas aportaciones importantes al estudio científico de la lectura. Por ejemplo, participó en el informe Teaching Children to Read del National Reading Panel, en el grupo sobre aprendizaje inicial de la lectura. Lideró la publicación de un meta-análisis con los resultados recogidos durante la elaboración de ese informe y en el que se ponía de manifiesto la ventaja de la enseñanza sistemática de las relaciones entre letras y sonidos. También existe un modelo de Ehri del aprendizaje de la lectura que propone cuatro fases: prealfabética, alfabética parcial, alfabética completa y consolidada.
A pesar de su jubilación, sigue colaborando en distintas investigaciones. Por ejemplo, en este blog se ha comentado ¿Enseñar a leer fonema a fonema o a leer sílabas completas?, basándose en uno de sus estudios. De hecho, el artículo que ha publicado en The Reading Teacher está fundamentado en sus últimas investigaciones.
Dos elementos básicos
Ehri señala que hay cuatro distintas formas de leer palabras. La primera es por descodificación, convirtiendo sus letras en sonidos. La segunda es por analogía, encontrando elementos similares a los de otra palabra conocida. Por ejemplo, conocer la palabra «trata» podría servirnos como modelo para leer la palabra «treta», aunque esto quizá sea más útil en inglés donde hay más irregularidades en la pronunciación de las palabras. Otra forma de leer es por reconocimiento al haber memorizado la pronunciación de la palabra escrita. La cuarta forma de leer sería por adivinación o predicción, porque el contexto nos ayuda a saber cuál es la palabra que queremos leer como en «el calor convierte el hielo en a…»
El reconocimiento de palabras se ha entrenado directamente (métodos globales), leyendo por analogía, o trabajando con la silueta o forma de las palabras. Sin embargo Ehri considera que para que sea eficiente debe basarse en la habilidad para segmentar las palabras en fonemas y en el conocimiento de las relaciones entre letras y sonidos.

Recursos mnemotécnicos para la enseñanza de las letras
Los elementos clave de un recordatorio de la relación entre una letra y su sonido son que tenga la forma de la letra y que represente algo que comience con el sonido de esa letra. Los recordatorios que adoptan la forma de la letra son más eficaces que mostrar la letra junto a la imagen de algo que comience por el sonido que representa.
Existe otro tipo de recordatorio muy común y es el nombre de las letras. En las vocales, este coincide con su sonido y en la mayor parte de las consonantes de una pista sobre cómo suenan.
Enseñar conciencia fonémica con un análisis acústico y articulatorio
Ehri afirma que la mejor manera de detectar los fonemas que componen una palabra es fijarse en cuál es la posición de la boca y cómo cambia: cada posición diferente indica un fonema distinto. Si decimos despacio la palabra «charla» nos daremos cuenta de que nuestra boca cambia de posición cinco veces, aunque la palabra tiene seis letras. Un espejo puede ayudar a tomar conciencia de las posiciones de la boca y sus cambios al decir palabras.
Algunas de las actividades que sugiere la autora para enseñar conciencia fonémica son:
- Aislar un sonido: decir cuál es el primer sonido de «luz», el último o el sonido intermedio; identificar palabras que comienzan por el mismo sonido.
- Segmentar los fonemas que componen una palabra, por ejemplo, en «mal», decir /m/ /a/ /l/.
- Combinar o identificar la palabra que se forman al escuchar los fonemas separados. Si se escucha /f/ /i/ /n/ hay que reconocer que forman la palabra «fin».
- Añadir fonemas: si a «lobo» le añado /g/ al principio formo «globo».
- Eliminar fonemas: si pronuncio «dos» sin el sonido final obtengo «do».
- Sustituir fonemas: si en «mano» sustituyo /n/ por /l/, digo «malo».
Para facilitar la manipulación de los sonidos de las palabras, estos se pueden representar por fichas o, en el caso de que ya se conozcan las relaciones entre letras y sonidos, por las propias letras.
Enseñanza de la descodificación
La decodificación o descodificación es el proceso por el que se transforman las letras o grafemas en sonidos o fonemas y se combinan para formar palabras reconocibles. Cuando una palabra ha sido leída de esta forma varias veces, su secuencia de letras se vincula en nuestra memoria con su pronunciación y con su significado y empezamos a leer reconociéndola.
Resulta más difícil trabajar con palabras largas porque hay que mantener en la memoria más fonemas para combinarlos y con palabras que tienen fonemas oclusivos como los sonidos consonánticos de «ca, que, ki, po, tu».
Ehri propone trabajar palabras con la estructura consonante – vocal – consonante (CVC), como «mar» utilizando la fonación conectada, algo que ya expliqué más detalladamente en una entrada anterior. Posiblemente, el repertorio de palabras CVC en inglés es bastante mayor que en español, por lo que estas palabras son muy utilizadas en la iniciación a la lectura. Quizá por eso, en la sección anterior, Ehri se centró en la conciencia fonémica, sin tratar la conciencia silábica.
Aunque las sílabas son más fáciles de percibir que los fonemas, resulta más eficaz trabajar las relaciones entre letras y sonidos que enseñar a leer sílabas completas.
La importancia de leer texto
La sección anterior decía que en el reconocimiento de palabras se unen la forma escrita, la pronunciación y el significado de las palabras. Esta unión se favorece cuando las palabras se leen en un contexto significativo, esto es especialmente importante para palabras que no tienen un significado claro cuando están aisladas, como «yo», «hace» o «muy».
Nuestro léxico no es un mero diccionario que almacena los significados de las palabras. También incluye información como con qué palabras se relacionan o qué papel tienen en las oraciones. La lectura y comprensión de textos de un nivel adecuado sirve para proporcionar esa información y facilita el reconocimiento de las palabras. Un buen vocabulario oral ayuda en este trabajo.
Lectura en voz alta o silenciosa
Teniendo en cuenta que el reconocimiento de palabras incluye su pronunciación, parece que la lectura en voz alta es importante durante el aprendizaje inicial. Ehri apunta también un motivo didáctico que podríamos desarrollar más: si la lectura es silenciosa no sabemos qué está sucediendo. Es posible que el alumno esté saltándose palabras difíciles, leyéndolas por adivinación o leyéndolas incorrectamente. No podremos ayudarle de forma conveniente si no percibimos el problema.