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Pequeñas historias de colores

4 Ene

Este material tiene como objetivo trabajar la comprensión lectora de oraciones sencillas, con la estructura: sujeto + verbo + objeto + lugar. Fundamentalmente es un libro con tiras móviles que permiten hacer distintas combinaciones de texto y completado con un fondo y unos elementos que se seleccionan y colocan de forma que la escena representada corresponda con el texto.

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Para eso, hay que recortarlo y encuadernarlo con dos espirales: una en la izquierda para la portada, los créditos y el fondo y otra a la derecha para las tiras móviles. Además, el fondo debe colocarse como página izquierda. Así cuando se abre la página en la que está el fondo, se puede ver al mismo tiempo que las tarjetas.

Descargar Pequeñas historias de colores 1

La página en la que se encuentran las figuras no se encuaderna. Estos elementos se recortan y se utilizan para formar las escenas que aparecen combinando las tarjetas móviles o, al revés, se usan para formar la escena y se mueven las tarjetas para que el texto se corresponda con ella. Es importante tener en cuenta que sobran figuras. No todas se mencionan en el texto y la actividad es más fácil si se retiran.

El código de colores es el que se adopta en el sistema colorful semantics ya que este material está emparentado con Instrucciones de colores, otro material similar, para trabajar la comprensión de enunciados de actividades escolares. Se puede encontrar más información sobre esta idea en este texto que presentamos en el congreso de AELFA 2014.

 

 

La acentuación en lectura fácil

13 Jul

Este curso, mis alumnos de MIEP han publicado un libro escrito en lectura fácil sobre las normas de acentuación. El libro ha sido publicado en Perú y se han realizado algunos ejemplares en papel, pero también está disponible online. Además, cuenta con el sello LF, con el que la Asociación de Lectura Fácil reconoce las obras escritas con esta forma de redacción.

La obra tiene seis capítulos:

  1. La división de las palabras en sílabas.
  2. Clasificación de las palabras según su sílaba tónica.
  3. Reglas básicas de acentuación.
  4. La tilde diacrítica.
  5. La tilde en diptongos, triptongos e hiatos.
  6. La tilde en otros idiomas.


Espero que la obra sirva para poder aprender mejor cómo se utilizan las tildes y también para conocer qué es la lectura fácil. Los autores del libro crearon una página de Facebook en la que recogieron información y ejemplos sobre lectura fácil.

Se pueden encontrar otros materiales didácticos de este proyecto, redactados en lectura fácil en la sección correspondiente de Mis materiales de intervención.

¿Será peligrosa la lectura fácil?

10 Feb

Hace unos  días, en mis clases del MIEP, tuvimos una sesión sobre lectura fácil a la que acudieron Marcela Vega, de la empresa Calícrates y Begoña Echeverría del Club de Lectura Fácil de Pamplona. Tras situar la lectura fácil dentro de la corriente del diseño universal nos presentaron algunos de sus trabajos, especialmente la actividad del Club de Lectura Fácil de Pamplona.

Para algunos de los alumnos, aquello era su primer contacto con este concepto y entre las dudas y cuestiones que surgieron hubo una que se repitió en varias ocasiones a lo largo de la tarde. Más o menos, podría formularse así: «si ofrecemos a los alumnos materiales de lectura fácil, es posible que se acostumbren y no hagan el esfuerzo necesario para leer los textos originales».

Lo habitual en este blog sería ofrecer datos acerca de esta cuestión. Pero no va a ser así, ya que entramos en un campo en el que no hay investigación, así que esta entrada será de opinión.

Delos sos oios tan fuerte mientre lorando

Tornaua la cabeça y estaua los catando; vio puertas abiertas y uços sin cannados, alcandaras uazias sin pielles y sin mantos.

Esto que aparece aquí es el comienzo del Cantar de Mío Cid, algo arreglado, porque el texto original emplea letras que actualmente no se utilizan en el español. Muchos hemos leído textos de este tipo en el colegio, en versiones modernizadas: «de los sus ojos tan fuertemente llorando, tornaba la cabeza y estábalos catando. Vio puertas abiertas y postigos sin candados, alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos».

También existen versiones adaptadas en las que, además de modernizar el vocabulario, se simplifica la expresión y se resume el contenido. Estas versiones adaptadas son criticadas por algunas personas, pero podríamos ponernos de acuerdo en que al que le guste una versión adaptada puede interesarse por la original, mientras que si hay alumnos que no comprenden o no disfrutan con el texto adaptado, difícilmente lo harían con el original.

Tener claro el objetivo

En la escuela se puede leer con distintos objetivos. Tres posibilidades serían: aprender contenidos, mejorar la habilidad de lectura, crear interés por la lectura.

Si el objetivo es aprender contenidos, lo más razonable es que estén expuestos con la mayor claridad posible y que las complicaciones del texto no sean un obstáculo para su aprendizaje.

Si pretendemos mejorar la habilidad de lectura enseñando o practicando la construcción de inferencias, la síntesis, la metacognición u otras estrategias, el texto debería tener cierta complejidad, de modo que permita la práctica de esas estrategias, aunque, si resulta incomprensible para los alumnos, no se podrá alcanzar el objetivo de mejorar la habilidad lectora.

En tercer lugar, si tratamos de crear interés por la lectura, habrá que ofrecer textos que sean relevantes, atractivos, que se presenten adecuadamente, que los alumnos puedan comentar entre ellos. En este caso, la variedad y la posibilidad de elegir hacen que los alumnos puedan ir encontrando los textos que les gustan.

Una vez que somos conscientes de que se trabajan distintos objetivos, podemos pensar que la lectura fácil no es el material más adecuado para que un lector hábil practique estrategias avanzadas de comprensión, pero puede servir para que los lectores con más dificultades practiquen las estrategias básicas y, sobre todo, para que puedan aprender los contenidos escolares. Sobre esto, espero tener dentro de poco los primeros resultados de una investigación en la que comparamos lo que los alumnos recuerdan tras la lectura de un texto extraído de un libro de escolar o de su versión en lectura fácil.

Respecto a las posibilidades de elegir el material, puede existir el recelo de que los alumnos buscarán siempre lo más sencillo para tratar de acabar sus actividades lo más rápidamente posible. Nuevamente, habría que distinguir cuál es el objetivo de lectura. Por ejemplo, si se trata de informarse o de aprender, el material será adecuado según si contiene o no la información necesaria. Por ejemplo, los materiales didácticos de lectura fácil que hemos elaborado en el MIEP siempre tenían más información que la que se exigía en el currículo. El objetivo es leer o entretenerse con la lectura, cualquier material de lectura que le guste al alumno será adecuado.

Hay otros objetivos en los que la lectura fácil puede ser inadecuada, como practicar estrategias de comprensión para dar el significado adecuado a expresiones ambiguas, inferir el significado de palabras poco frecuentes o familiarizarse con estructuras sintácticas complejas. Otro ejemplo sería conocer el original de una obra literaria.

 

Herramientas para medir la dificultad de los textos

10 Dic

En Hispanoamérica tenemos muy poca tradición de medir la dificultad de los textos. Las editoriales o las bibliotecas sí que suelen hacer una propuesta de lecturas por edad. Al decidir si un libro es más adecuado para lectores con 6 o con 9 años, se consideran cuestiones como la extensión, las ilustraciones, el tamaño de la letra, o el tema que trate.

Sin duda, una persona con suficiente experiencia puede intuir con acierto qué libro puede ser asequible para niños de una edad o, si lo conoce bien, para un lector concreto. La cosa se complica si queremos elegir textos más fáciles o difíciles dentro de un mismo nivel ya que no todos los libros recomendados para niños de 8 años tienen la misma dificultad.

Se me ocurren tres situaciones en las que puede ser relevante conocer de forma precisa la dificultad de los textos:

  1. Evaluación: por ejemplo, queremos saber si los alumnos de una clase de 5º tienen un nivel adecuado de comprensión lectora. Para eso preparamos una prueba en la que leen un texto, obtenido de un libro de texto 5º y responden a unas preguntas. Sin entrar en la dificultad de las preguntas, resulta que entre los libros de texto de 5º encontraremos desde pasajes sencillos hasta pasajes muy difíciles de leer. Elegir uno u otro influirá bastante en la conclusión que obtengamos sobre su nivel de lectura.
  2. Adecuación: cuando los alumnos tienen que estudiar o consultar en un libro nos podemos encontrar con el caso de alumnos que no comprenden el texto. Estos alumnos necesitarían una ayuda para entenderlo, o trabajar con un texto más sencillo. Si optamos por la segunda vía, necesitamos alguna forma de asegurarnos de que el texto es comprensible para el alumno, pero no tan fácil como para que no progrese trabajando con él.
  3. Investigación: muchas veces necesitamos textos con una dificultad equivalente para poder comparar intervenciones o para medir el progreso de los alumnos en la lectura.

Curiosamente, informándome sobre este tema, he encontrado una cuarta razón que no tiene que ver con la educación sino con la medicina. Los documentos de consentimiento informado deben ser redactados de forma que puedan ser fácilmente comprendidos, de modo que es necesario medir si son comprensibles o no.

Algunas herramientas

No me voy a detener en explicar cómo funciona cada una de ellas, ya que la entrada se volvería bastante larga y compleja.

Para textos en español

  • Gallito API: es una herramienta basada en análisis semántico latente, que ofrece numerosas informaciones sobre los textos. Se trata de un producto comercial de la empresa Semantia Lab, vinculada a la UNED. Los resultados que ofrece son más difíciles de interpretar que los de las otras herramientas basadas en indicadores más tradicionales.
  • INFLESZ: se trata de un programa gratuito que calcula la dificultad de los textos mediante la fórmula de perspicuidad de Flesch-Szigriszt y mediante la fórmula de lecturabilidad de Fernández-Huerta. Desafortunadamente, mientras escribía esta entrada, la web que alojaba el programa ha dejado de funcionar. Actualmente estoy utilizando esta ya que ofrece referencias a partir de textos escritos en español.
  • Word: algunas versiones de Microsoft Word ofrecen la posibilidad de calcular la legibilidad de un documento mediante las fórmulas de Flesch y Flesch-Kincaid.
Inflesz
Captura de pantalla de INFLESZ

Otra alternativa pueden ser las rúbricas de evaluación, en las que se juzgan distintos parámetros del texto. A diferencia de lo que sucede con las tres anteriores, en este caso, la medición no es automática. Tenemos un ejemplo en esta evaluación de la legibilidad de Felipe Alliende.

Para textos en inglés

  • Readability-Score: una herramienta en línea para medir la dificultad de los textos mediante el índice de Flesch-Kincaid. También informa sobre el curso para el que estaría destinado el texto según diferentes sistemas.
  • Readability Formulas: otra herramienta en línea para medir la dificultad de los textos según diferentes fórmulas. Es, también, una buena fuente de información para conocer cómo se calculan distintos índices de legibilidad.
  • Medidas Lexile: se trata de una marca registrada por la empresa Metametrics. Se pueden utilizar para medir la habilidad de los lectores y para medir la dificultad de los textos. Se puede consultar el nivel de dificultad de numerosos libros (en inglés) o analizar un texto en concreto. Registrándose se pueden analizar textos con menos de 1000 palabras. Para mayor extensión es necesario utilizar la versión profesional. Metametrics ofrece la versión profesional de forma gratuita a los educadores.
  • Reading Maturity Metric: otra marca registrada, esta vez por la editorial Pearson. Requiere registro.

 

 

Legibilidad de distintos tipos de letra en 1º de primaria

12 Ago

La revista Infancia y Aprendizaje ha publicado un artículo mío titulado legibilidad de distintos tipos de letra en alumnos de primero de primaria. Se trata de la misma investigación que ya describí en la entrada ¿con qué tipo de letra hacemos leer a los niños de primero de primaria?, aunque en este artículo se presentan algunos análisis más.

El estudio

Lo que hice fue evaluar la lectura de 115 niños que comenzaban 1º de primaria y habían aprendido a leer utilizando fuentes de tipo manuscrito (letra cursiva o ligada). Los niños leían textos escritos con seis tipos de letra distintos, cambiando de forma sistemática con qué tipo se escribía cada texto. Los tipos de letra comparados fueron:

  • Arial: una fuente muy común.
  • Times New Roman: otra fuente muy conocida, de estilo Seriff, es decir con pequeños segmentos de adorno en la parte superior e inferior de los caracteres.
  • Comic Sans: otra fuente bastante conocida y que, curiosamente, ha suscitado campañas para limitar su uso por su aspecto infantil.
  • Escolar 1: una fuente de estilo manuscrito, similar a la que los alumnos habían utilizado para aprender a leer y predominaba en sus libros de texto.
  • Sylfaen: una fuente de estilo Seriff, muy parecida a un tipo de letra sin identificar que se empleaba ocasionalmente en los libros de texto de los alumnos.
  • Lexia Readable: una fuente diseñada para promover la accesibilidad, supuestamente adecuada para personas con dislexia y gratuita para su uso educativo. Los alumnos nunca habían tenido contacto con este tipo de letra, diseñado a partir de la Comic Sans.
Tipos de letra usados en la investigación

Tipos de letra usados en la investigación

Los resultados

En cuanto a la velocidad de lectura, el número de palabras correctamente leídas por minuto fue similar con los seis tipos de letra. Las pequeñas diferencias encontradas no alcanzaron la significación estadística.

Sí que se encontraron diferencias significativas en cuanto al número de errores cometidos:

  • Los alumnos hacían más saltos de línea incorrectos cuando leían con Lexia Readable que cuando leían con Comic Sans, Sylfaen o Arial.
  • La precisión (número de errores de descodificación) fue mayor con Escolar 1 que con Arial, Times New Roman o Sylfaen.

En general con Escolar 1 se cometían

  • Menos omisiones que con Arial o Lexia.
  • Menos rotaciones que con Arial, Sylfaen, Times o Comic.
  • Menos casos de varios errores en una palabra que con Arial, Lexia, Times New Roman o Comic.

Además, con Lexia Readable se cometieron menos errores de rotación que con Arial.

Sí que se debe destacar que estas diferencias, aunque estadísticamente significativas tenían un efecto pequeño.

Primera página del artículo

Conclusión

En general, se podría decir que los alumnos tendieron a cometer un número de errores ligeramente menor con el tipo de letra con el que habían aprendido a leer (el tipo manuscrito Escolar 1), aunque probablemente su lectura era más lenta, ya que no se apreciaron diferencias en el número de palabras correctamente leídas por minuto.

A efectos prácticos, los alumnos evaluados, que comenzaban el primer curso de primaria leían casi al mismo nivel con tipos de imprenta, incluyendo la letra Lexia, con la que no tenían experiencia previa, que con la letra manuscrita que habían empleado para aprender a leer y continuaban utilizando en el colegio.

Una curiosidad histórica

Aún no tengo respuesta a la pregunta de por qué en España se suele enseñar a los niños a leer con un tipo de letra distinto al que normalmente empleamos los adultos. En la anterior entrada sugería la posibilidad de que sea para leer y escribir con el mismo tipo de letra. Si es así sería interesante comprobar cómo se decidió y qué datos llevaron a pensar que era mejor.

Recientemente he encontrado que muchas cartillas antiguas (siglo XIX y principios del XX) utilizaban ambas formas de escritura, es decir, los niños aprendían a leer, al mismo tiempo la letra manuscrita y la letra de imprenta. La idea era que un ciudadano ilustrado tenía que saber leer libros o periódicos (escritos en letra de imprenta) pero también cartas, ya que la correspondencia se hacia escribiendo a mano.

Todavía en 1915 José Dalmáu escribe en el prólogo de “El Primer Manuscrito”, su método de lectura

enseñando a leer escribiendo, esto es, simultáneamente ambas enseñanzas, el niño se identifica de tal modo con los caracteres manuscritos, que prefiere su lectura a la de los de molde, y esto es tan cierto, que algunos maestros competentísimos han pensado la conveniencia de proscribir por completo los caracteres de imprenta, durante el primer periodo del aprendizaje que nos ocupa.

Al menos, ya hemos identificado en qué época se tomó la decisión de enseñar a leer con letra manuscrita.

El artículo

Los suscriptores de Infancia y Aprendizaje pueden acceder al texto completo del artículo y a su versión en inglés a través de la web de la revista.

Quienes no tienen acceso a la revista pueden encontrar el texto del artículo en español en los siguientes enlaces:

Texto en español en Academia.edu.

Texto en español en Research Gate.

 

 

 

 

Egipto en lectura fácil

3 Jun

El antiguo EgiptoEste es el tercer año que en las clases de comprensión lectora del MIEP se trabaja toda la parte de las características del texto que influyen en la comprensión mediante la redacción de un libro de lectura fácil. Esta vez, el tema ha sido Egipto, y el libro se titula El Antiguo Egipto.

Una de las novedades es que las imágenes empleadas han sido elaboradas por las propias alumnas, de modo que la obra no tiene problemas de derechos.

El texto está pensado para servir como apoyo al currículo de historia de 1º de la ESO, y cuenta con los siguientes capítulos:

  1. Historia.
  2. Política y sociedad.
  3. Cultura.
  4. Religión.
  5. Arquitectura.

Por si alguien no sabe qué es la lectura fácil, se trata de una forma de redactar, en la que se cuidan aspectos de edición (tamaño y tipo de letra, ilustraciones, signos de puntuación) y de expresión (vocabulario, estructura de las oraciones, estructura del texto). La finalidad de las indicaciones de lectura fácil es hacer textos accesibles para personas con dificultades para leer (personas que no conocen bien el idioma, con dislexia, con discapacidades psíquicas…).

IV jornadas de lectura fácil. Leyendo en el aula

19 Nov

Los días 28 y 29 de noviembre se celebrarán en Barcelona las IV jornadas de lectura fácil, organizadas por la Asociación Lectura Fácil. Además del interés que tiene el tema en sí mismo, este año estarán dedicadas a la lectura en el aula y cómo despertar el gusto por la lectura en los alumnos.

El viernes 28 Ana Crespo y Eugenia Salvador hablarán sobre cómo crear materiales de lectura fácil para el aula. El sábado 29 se dedicará al intercambio de experiencias, organizado en dos bloques. El primero de experiencias de uso de lectura fácil en las aulas, con Mª José Sola, Marta Vega e Isabel Toro. El segundo bloque tratará sobre la formación de los profesores, y en él participaremos Marta Vingut y yo mismo.

Por mi parte, presentaré el trabajo que desde hace dos años realiza el alumnado del Máster de Intervención Educativa y Psicológica de la Universidad de Navarra, en el que tienen que producir, entre toda la clase, un libro de lectura fácil sobre el tema que yo les proponga. Esta actividad ha dado como resultado los libros: Los Sentidos en Lectura Fácil y El Sistema Solar.

ALF

Las jornadas se realizarán en el Colegio de Doctores y Licenciados de Cataluña (Rambla Catalunya, 8. pral.). Se trata de una actividad gratuita, y es posible inscribirse en la web de la Asociación Lectura Fácil. Para evitar sorpresas, probablemente la mayor parte de las intervenciones se realizarán en catalán. Ya quedan muy pocas plazas

El sistema solar en lectura fácil

4 Jun

Los alumnos del MIEP 2013-2014 acaban de publicar su libro El Sistema Solar, escrito según los principios de la lectura fácil. Es un libro interesante, con cinco capítulos: introducción, el sol, los planetas interiores, los planetas exteriores, asteroides y planetoides y otros cuerpos. Tiene una clara orientación didáctica, con actividades, cuadros de resumen y otros recursos que hacen de él un material escolar a tener en cuenta para trabajar con alumnos con bajo nivel de lectura (por su edad o por dificultades), con discapacidad intelectual o con poco conocimiento del español.

Sistema solar LF

Aunque por ahora no han obtenido el sello de lectura fácil, están haciendo las gestiones oportunas para conseguirlo, y el material ha sido revisado por un grupo de autogestión de Anfas. Son cosas que, por humildad, callan en su página de promoción en facebook y twitter (Sistema Solar LF @sistemasolarLF), pero yo lo sé porque este libro es el producto de un trabajo del máster con el que les he torturado durante este curso.

Os invito a que paséis por las páginas que ha creado esta gente para difundir su libro y les animéis, porque todavía no acaban de percibir la importancia de lo que han hecho, y también a que difundáis y utilicéis la obra. También recuerdo que el curso anterior otro grupo publicó el libro Los Sentidos, con una orientación similar.