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¿Se olvidaron de enseñar a leer cuando hicieron los currículos de Lengua Castellana?

11 May

Lo siento, pero es que resulta ridículo. Tenemos un decreto de enseñanzas mínimas (RD 157/2022) de Educación Primaria que al presentar los «saberes básicos» no menciona el aprendizaje inicial de la lectura (la decodificación o la alfabetización básica: eso de saber interpretar las letras, convertirlas en sonidos y formar palabras y oraciones). Entiendo que se considere que aparece de forma implícita y comparto la idea de que esa habilidad es, sobre todo, un medio para llegar a la comprensión lectora. Pero se me hace rara la idea de una escuela primaria que no da importancia a la corrección de la lectura y a la fluidez lectora en sus primeros cursos.

Me tranquilizaría que alguien me dijese: «¡atontado, no has mirado bien, mira lo que pone aquí!» o algo parecido. Me sorprende haber leído numerosas quejas por esta reforma, pero ninguna referida a esto. El caso es que, tras mirar el decreto me quedo con la sensación de que el aprendizaje de la decodificación:

  • Solo se intuye por su necesidad para la comprensión lectora (y ni siquiera se menciona esa necesidad). Se adopta un enfoque radicalmente funcional.
  • No se evalúa directamente ya que no se contempla en ninguno de los criterios de evaluación de esta propuesta.
  • Es considerado algo de escasa importancia, ya que no aparece entre los saberes básicos de un decreto que establece los aprendizajes mínimos.
  • Se puede trabajar de cualquier manera, incluso de forma ineficiente, ya que la propuesta curricular no da ninguna orientación sobre cómo enseñar a leer.

Además, la propuesta refuerza un problema común en las escuelas que es confundir dificultades o trastornos de aprendizaje que afectan a la lectura y la escritura con inmadurez del alumnado.

¿De verdad es importante esto?

Desde los años 80 del siglo XX estamos acumulando datos que indican que la comprensión lectora esta influida por dos grandes grupos de procesos: los de decodificación y los de comprensión del lenguaje. Cada uno de estos grupos sería necesario para conseguir una buena comprensión lectora pero, al mismo tiempo, sería insuficiente por sí mismo. Probablemente, la representación más popular de esta idea es el modelo de la cuerda, publicado por Hollis Scarborough en 2001. La más fundamentada es, seguramente, la concepción simple de la lectura, propuesto en 1986 y que desde entonces ha sido investigada en numerosos estudios. Aún hay otros modelos de componentes en los que se puede ver con claridad esta separación entre procesos de decodificación y de comprensión, como el modelo directo y de la mediación inferencial o la concepción activa de la lectura.

La implicación práctica de estos modelos es que para conseguir una buena comprensión lectora tenemos que cuidar, como mínimo, la enseñanza de la mecánica lectora y el desarrollo del lenguaje oral.

¿Quizá no se trata en Educación Primaria porque se enseña antes?

En España, la enseñanza de la decodificación o alfabetización inicial se suele realizar entre el último curso de Educación Infantil y el primer curso de Educación Primaria, aproximadamente entre los 5 y 6 años de edad. En realidad, esta alfabetización inicial no es objetivo de la Educación Infantil, donde solo se contempla una iniciación en la lecto-escritura o una una primera aproximación a la lectura y a la escritura que no sería exigible para el paso a Educación Primaria.

En relación con esta iniciación a la lectura, los saberes básicos que se mencionan en el segundo ciclo de Educación Infantil no mencionan la enseñanza de las relaciones entre letras y sonidos. A lo sumo, una «aproximación al código escrito desde las escrituras indeterminadas» o la formación de hipótesis sobre las propiedades del sistema de escritura. En este sentido, podríamos decir que se toma partido por un enfoque constructivista.

¿Pero qué es lo que dice el decreto?

Lo que me ha sorprendido es que, Real Decreto que regula las enseñanzas mínimas de Educación Primaria casi no hace referencia a la alfabetización inicial. La introducción al área de Lengua Castellana y Literatura sí que indica que «se espera que en esta etapa se produzca la adquisición y consolidación del código escrito», pero da la impresión de que esa adquisición se produce de forma espontánea. Más adelante, esta introducción dice cosas como:

  • «Debe partirse de la diversidad de trayectorias educativas del alumnado, y los aprendizajes deben producirse siempre en un marco de construcción de sentido a partir de la reflexión, comprensión y producción de textos de uso social.»
  • «La adquisición de las competencias específicas debe producirse de manera progresiva a lo largo de la etapa, y siempre respetando los procesos individuales de maduración cognitiva. En el primer ciclo se partirá de la exploración, la interacción y la interpretación del entorno, acompañando al alumnado en la modelización de las propiedades textuales y en el avance, a lo largo de la etapa.»
  • «Dado el enfoque inequívocamente competencial de la educación lingüística, la gradación entre ciclos se establece en función de la complejidad de los textos, de los contextos de uso, de las habilidades de interpretación o de producción requeridas, del metalenguaje necesario para la reflexionar sobre los usos, así como del grado de autonomía conferido a los alumnos y alumnas.»

Ante propuestas así yo diría que me parece poco oportuno incluir esa idea de una maduración cognitiva individual que conviene respetar. Precisamente, en la enseñanza inicial de la lectura, muchos problemas o trastornos de aprendizaje son reconocidos tardíamente aludiendo a esa imprecisa maduración. Y no debemos olvidar que hay actividades de enseñanza que parecen propiciarla.

También me parece increíble que la principal diferencia entre distintos ciclos e incluso con la Educación Secundaria obligatoria esté en la complejidad de los textos y de las actividades que se realizan con ellos. ¿No debería haber una época, por ejemplo el primer ciclo de Educación Primaria en la que se enseñe y se consolide la decodificación?

¿Y lo que no dice?

En realidad, el mayor problema que veo en esta propuesta está en lo que no se trata, en lo que no se dice. Merece bastante atención a este párrafo, que aparece en el desarrollo de la competencia específica 4, sobre comprender e interpretar textos:

«El desarrollo de la competencia lectora se inicia en el primer ciclo con la motivación hacia las prácticas de lectura. Comienza así el acercamiento a estrategias dirigidas, por un lado, a localizar, entender e integrar la información relevante y explícita; y, por otro, a trascender algunos significados literales, realizando con ayuda inferencias directas, atendiendo a aspectos formales y no verbales elementales (imágenes, distribución del texto, etc.). En esta fase, se prestará especial atención a la comprensión reflexiva mediante la lectura silenciosa y en voz alta, acompañada de imágenes.»

Al comienzo de la Educación Primaria motivamos al alumnado y le presentamos estrategias para interpretar los textos pero ¿no le enseñamos a leer o es que me he perdido algo?

Entre los criterios de evaluación del primer ciclo de Educación Primaria ninguno se refiere a la corrección o a la fluidez en la lectura. Los criterios asignados a la competencia específica 4 son:

  1. «Comprender el sentido global y la información relevante de textos cercanos, escritos y multimodales, a partir de estrategias básicas de comprensión antes, durante y después de la lectura.»
  2. «Analizar, de manera acompañada, el contenido y aspectos formales y no formales elementales de textos escritos y multimodales sencillos valorando su contenido y estructura.»

Uno de los objetivos de la competencia específica 7 habla de «leer con progresiva autonomía textos de distintos autores y autoras». Quizá eso pueda servir como justificación para hacer enseñanza inicial de la lectura.

Entre lo que la propuesta denomina «saberes básicos» se menciona la lectura expresiva, aunque esta aparece en la sección de «Educación literaria», acompañada por la dramatización e interpretación. También se propone un proceso de comprensión lectora en el que se habla de estrategias elementales de comprensión, identificación de las ideas más relevantes, interpretación del sentido global, identificación de elementos gráficos y paratextuales, lectura compartida o detección de usos discriminatorios del lenguaje.

Ni una mención a la conciencia fonológica, el conocimiento de las letras o las relaciones entre letras y sonidos. Parece que eso no son saberes básicos o que ya están adquiridos en una etapa anterior.

Utilizando un buscador veo que en todo el decreto no hay ninguna referencia a la conciencia fonológica, silábica o fonémica. Las letras se mencionan tres veces: los saberes básicos de reflexión sobre la lengua en el segundo y tercer ciclo incluyen «aproximación a la lengua como sistema con distintos niveles: sonidos y letras, palabras, oraciones y textos». La tercera aparece en Matemáticas, cuando habla del uso de letras para representar cantidades desconocidas. La fluidez solo se menciona una vez y en relación con la expresión oral.

¿Entonces, ahora no se va a enseñar a leer en las escuelas?

Estoy seguro de que no vamos a llegar a esa situación. No creo que se modifique la propuesta de enseñanzas mínimas por estas apreciaciones. En un segundo paso, cada comunidad autónoma desarrollará un currículo completo. Aquí será curioso comparar cómo se considera la enseñanza inicial de la lectura en unas y otras ya que, al no haber nada establecido en el decreto de mínimos, la variedad puede ser enorme.

En un tercer nivel, los centros escolares establecerán sus propuestas curriculares y, finalmente, el profesorado las adaptará a su aula. Como dije anteriormente, la mecánica lectora es necesaria para alcanzar una buena comprensión lectora, así que no se va a abandonar mientras haya suficiente sensatez entre quienes van a desarrollar la propuesta de mínimos.

¿Qué nos hemos perdido con esta propuesta? Supongo que una oportunidad de orientar sobre cómo hacer bien esa enseñanza.

Décimo aniversario 10. Comprensión de problemas matemáticos

8 Sep

Con esta entrada concluyo la serie del décimo aniversario del blog. La comprensión lectora tiene su papel en las matemáticas. Seguramente, donde más se nota es en la resolución de problemas matemáticos.

No es un tema sobre el que me haya extendido mucho, pero en varias ocasiones he escrito en el blog sobre comprensión de problemas matemáticos. Al fin y al cabo, los problemas no dejan de ser un tipo de texto. Por ejemplo, dediqué la entrada Problemas de matemáticas: ¿típicos o “auténticos”? a comentar una investigación sobre si se resuelven mejor los problemas matemáticos que se presentan como situaciones reales. Al parecer, en los problemas más fáciles no hay especiales diferencias pero los difíciles se resuelven mejor si representan una situación real familiar. Los problemas que presentan una situación real pero poco familiar, con preguntas que el alumno raramente se formularía y datos desproporcionados, parecen ser los que peor se resuelven.

Entre las entradas dedicadas a síntesis de la investigación disponible, tenemos

También hay algunas entradas que presentan investigaciones concretas:

A lo largo de estas entradas se pueden encontrar algunas sugerencias sobre cómo mejorar la comprensión y la resolución de problemas. Entre ellas tenemos:

  • Enseñanza asistida por ordenador, sin que se pueda especificar qué programas o formas de trabajo han mostrado ser eficaces.
  • Técnicas de representación: ayudas para representar las ideas de los problemas, como representaciones gráficas, esquemas, materiales manipulativos, o instrucción para la comprensión verbal.
  • Entrenamiento en estrategias: enseñanza explícita de procedimientos para facilitar la solución de los problemas, como autopreguntas, autorregulación, que pueden enseñarse de forma aislada o junto con otras técnicas como visualización, creación de hipótesis, o estimación de la respuesta.
  • Enseñanza basada en esquemas: una forma de trabajo en la que se identifica el tipo de problema, se representa mediante un diagrama y este se transforma en una expresión matemática.
  • Procedimientos para realizar los problemas: establecer qué tipo de problemas es, encontrar la pregunta, identificar los datos, señalar palabras clave, retirar información innecesaria, organizar la información con un diagrama o ecuación, decidir una forma para resolverlo y llevarla a cabo.
  • Reescribir el problema o la información importante del problema con las propias palabras.

Las pirámides del aprendizaje podrían ser los restos de una religión

9 Sep

Un poco es por llamar la atención, pero el título de la entrada tiene su lógica y su sentido. Espero que se vea más adelante.

En 2013 publiqué una entrada sobre el cono de Edgar Dale, también conocido como la pirámide del aprendizaje o la milonga esa de que aprendemos el 10% de lo que leemos, el 15% de lo que escuchamos (¿o era el 20%?). El objetivo de la entrada era mostrar cómo esas representaciones son una leyenda urbana de la educación o neuromito sin ningún fundamento.

No he sido el único que ha intentado mostrar lo sospechosas que son esas pirámides. Por ejemplo, Héctor Ruiz ha tratado el tema en un recomendable hilo de Twitter. Tenemos este texto en la web de Javier Díaz o este artículo de la web Sobrevivientes.

Pero también hay algunos despistadillos que aún dan como cierto este modelo de aprendizaje y lo difunden como si fuera cierto y basado en pruebas científicas. Por ejemplo, tenemos este artículo publicado en la Revista digital de innovación educativa de la Universidad Complutense, este artículo de UNIRrevista, en el que se califica la camaleónica pirámide como teoría del aprendizaje o este impresionante diagrama en el que los niveles de la pirámide se relacionan con distintos estilos de aprendizaje. Seguro que es fácil encontrar más ejemplos, pero dos de estos tres están publicados en revistas universitarias y el tercero proviene de un curso de educación medioambiental ofrecido por el Ministerio del Ambiente de Perú.

La pirámide del aprendizaje es como el cuento del traje nuevo del emperador, pero en una versión tétrica en la que después de que varias personas griten que el emperador está desnudo todavía hay gente que insiste en que el traje es magnífico y van a hacerse uno con el mismo sastre.

En mi entrada de 2013, mostraba el cono de la experiencia, de Edgar Dale, publicado en 1946, y modificado varias veces e años posteriores, como origen de las pirámides del aprendizaje, pero esto no era correcto. Raúl Gerardo Ortiz, un lector del blog, ha aportado una referencia a una publicación de los noruegos Kåre Letrud y Sibjørn Hernes titulada Excavando el origen de los mitos de la piramide del aprendizaje. El artículo expone cómo las pirámides no tienen su origen en ningún estudio empírico ni se ajustan al conocimiento actual de la psicología del conocimiento, pero lo más llamativo es que sitúan su origen unos cuantos años antes de la publicación del cono de Dale.

Letrud y Hernes, han encontrado textos del siglo XIX que comparan el recuerdo que mantenemos de lo aprendido de distintas formas. Uno de 1852, firmado por C. W. Jun dice:

Se ha señalado de forma cierta y elocuente que lo que leemos, a menudo no consigue producir una impresión duradera en la mente; que lo que oímos no encuentra una residencia permanente en la memoria; pero lo que vemos queda grabado en el recuerdo, sobrevive a todas las vicisitudes y cambios que podamos encontrar, su imagen siempre está a nuestra disposición, y no pocas veces acompaña a su poseedor hasta las últimas horas de su estancia terrenal.

Este tipo de afirmaciones parece ser parte de la psicología popular. De hecho, el señor Jun no dice que se le haya ocurrido a él, sino «se ha señalado». En otro comentario del blog, la lectora Lucila Luna nos señalaba una máxima de (o atribuida a) Confucio que dice “Lo oí y lo olvidé, lo ví y lo aprendí, lo hice y lo entendí”. Pero en 1906 se publicó algo que nos resultará mucho más familiar. Los porcentajes entre paréntesis los he añadido yo y equivalen a las cantidades que el autor expresa en décimos.

Recordamos un décimo (10%) de lo que oímos, cinco décimos (50%) de lo que vemos, siete décimos (70%) de lo que decimos y nueve décimos (90%) de lo que hacemos […] se puede dudar de que esto sea cierto en todos lo adultos, pero en los niños, probablemente la impresión que se forma a través de la vista es es diez veces mayor que la que se forma a través del oído. El niño recuerda un décimo (10%) de lo que oye, pero retiene cinco décimos (50%) si también ve y siete décimos (70%) si después lo expresa y nueve décimos (90%) si puede aprenderlo a través de su propia acción.

No deja de haber algún problema en este texto, como la idea que tiene el autor del significado de «10 veces mayor» o que en la primera parte distingue modalidades de aprendizaje (se aprende más viendo que oyendo) y en la segunda parte parece encadenarlas (se aprende más oyendo y viendo que solo oyendo).

Reverendo Charles Roads

¿Quién fue el autor de este texto al que solo le faltaba el gráfico del triangulillo, dónde se publicó, qué investigación realizó para obtener esas proporciones? El texto fue escrito por el reverendo Charles Roads y publicado en The Sunday School Journal and Bible Student’s Magazine. El reverendo hablaba de la utilidad de disponer láminas sobre la Biblia en las paredes de la escuela dominical (la catequesis para nosotros). Creo que se empieza a vislumbrar que lo de que las pirámides del aprendizaje podrían ser restos de una religión tiene cierto sentido. Como ya podíamos sospechar, el texto, no va acompañado por ningún dato de investigación ni hace referencia a ningún estudio.

Termino con una referencia a Ken Masters, que expone cómo el uso de la pirámide se ha incrementado en textos de educación médica. Este autor considera que una razón podría ser que las críticas y refutaciones a la pirámide están siendo muy educadas, de modo que mucha gente considera que es un asunto debatido. Propone una postura más clara, concretamente:

La pirámide [del aprendizaje] es una mierda, las estadísticas [que incluye] son una mierda y no proceden de Edgar Dale. Hasta que NTL [National Training Laboratories] no proporcione detalles sobre la investigación que la fundamenta, su versión también debe ser tratada como una mierda.

PISA 2018 en España. Si no es para nota me la chufla.

27 Nov

El pasado 15 de noviembre la OCDE publicó una nota de prensa en la que se indicaba que aplazan la publicación de los resultados de lectura de PISA 2018.

El motivo de este aplazamiento es que un número considerable de alumnos españoles contestó de una forma anómala a la prueba de fluidez lectora. Esta prueba se empleaba por primera vez en la edición de 2018. El Marco de evaluación de la competencia lectora de PISA 2018 define la fluidez lectora como la facilidad y eficiencia con la que los estudiantes pueden leer textos simples para la comprensión. Según este marco, los resultados de fluidez se reportan en el informe final, pero no forman parte de la escala PISA.

Parece que la forma de evaluar la fluidez es mediante una tarea de lectura silenciosa en la que los estudiantes deben leer 20 oraciones y juzgar si son verdaderas o falsas. Según la nota de prensa, un gran número de alumnos españoles:

  • Realizó esta tarea en menos de 25 segundos, cuando lo habitual es que hacerla bien requiera entre 50 segundos y dos minutos.
  • Dio respuestas con una pauta como todas verdaderas o todas falsas.

Parece lo que tradicionalmente se conoce como responder al azar y a toda prisa. Al parecer, esto no se produjo en otros países y sí que se observó en algunas escuelas de ciertas regiones españolas. El diario El País contactó con una analista de la OCDE que indicó que el problema se percibe, al menos en un 5% de los alumnos.

Algunas dudas que surgen ante esta noticia son:

  • ¿Hay comunidades autónomas que han participado con muestras propias, como se ha hecho en ediciones anteriores de la prueba? ¿No es posible publicar los datos de competencia lectora de alguna de ellas, en la que no se haya observado esta situación?
  • ¿Es posible que las respuestas rápidas y al azar se hayan dado en otras partes de la prueba de competencia lectora en la que resultan más fáciles de detectar? La nota de prensa sugiere que ha habido un impacto considerable en las pruebas de lectura, pero no en las de matemáticas o ciencia.
  • ¿Es posible que en ediciones anteriores se hayan producido problemas de este tipo y que no se hayan detectado hasta la realización de la prueba de fluidez lectora, que al estar informatizada permite controlar el tiempo de realización?
  • ¿Quizá algunos participantes no se toman en serio la prueba al no tener repercusión en sus calificaciones, como sugiere el título de esta entrada?

Y bueno, finalmente, unos momentos para la publicidad: si alguien quiere aprovechar el marco de lectura de PISA (que es un modelo de comprensión bastante extenso e interesante) para mejorar la habilidad lectora de sus alumnos, puede encontrar ideas y recursos en algunos de mis trabajos y colaboraciones, especialmente en Intralíneas, una plataforma online para el trabajo de la comprensión lectora, con textos muy bien escogidos y preguntas que trabajan buena parte de los procesos de lectura que considera PISA. Y también en Manual práctico para el desarrollo de la comprensión lectora. Una propuesta para la Educación Secundaria a partir del marco PISA. Creo que el título ya ilustra bien de qué va el libro.

Y, para los que se ponen muy nerviosos cuando oyen o leen «PISA», no dije que estas herramientas fueran para preparar la prueba de competencia lectora de PISA: tratar de mejorar un indicador de esa manera me parece bastante tonto. En cambio, tratar de mejorarlo mejorando la habilidad lectora de los alumnos sí que puede ser interesante. Aunque, por ahora, quizá aumentarían los resultados si algunos se tomasen la prueba con un poco de seriedad.

 

 

Factores que influyen en la comprensión de textos en internet. Algunos datos de adolescentes.

2 May

El grupo ERI, de la universidad de Valencia es uno de los equipos de investigación sobre lectura más productivos de España. Una de sus líneas de investigación es la de comprensión de textos en internet y, anteriormente, he comentado algunos de sus trabajos en Los apuros de los nativos digitales con los textos digitales y La comprensión de hipertextos. Una de sus últimas publicaciones es The development of adolescents’ comprehension-based Internet reading skills.

Este artículo describe una investigación en la que se tomaron datos de 558 alumnos de 1º a 4º de ESO. Se evaluaron: la comprensión de textos en una tarea compleja realizada online, la navegación realizada en esa tarea, la frecuencia de lectura en internet (con objetivos sociales o de información), la lectura de palabras, la habilidad lectora con textos impresos y la autoeficacia percibida en el uso de ordenadores e internet.

La variable que tenía mayor correlación con la comprensión de textos en internet fue la comprensión de textos impresos, seguida por la habilidad de descodificación (medida con una prueba de separación de palabras), la autoeficacia percibida en el uso de ordenadores e internet y el uso de internet para la búsqueda de información. El uso de internet con un objetivo social no se correlacionó con la comprensión de textos en internet.

Foto de Ralf Rolestchek

En el modelo de regresión que construyen los autores incluyeron otras variables como el curso, el género o el tipo de navegación realizado durante la tarea de lectura en internet. Las variables que hicieron una aportación a la explicación de los resultados de comprensión en internet fueron: comprensión de textos impresos, uso de internet con objetivos de información, número de preguntas que decidían contestar, tiempo dedicado a navegar y leer los contenidos (que se relacionaba negativamente con la comprensión), número de visitas a páginas relevantes dividido entre el número total de visitas, curso y género (mejor comprensión en las chicas).

Los autores señalan tres implicaciones educativas de este trabajo, que son:

  1. La comprensión de textos impresos está muy relacionada con la comprenión de textos en internet, por tanto, debería trabajarse sólidamente.
  2. Las habilidades de navegación aportan una mejora adicional a lo que se puede predecir a partir de la comprensión de textos impresos, de modo que su desarrollo tendría que estar considerado y planificado en la escuela.
  3. El uso de internet con fines sociales no se traduce en una mejor comprensión de los textos de internet, mientras que su uso como herramienta para adquirir información sí lo hace. Por tanto, habría que promocionar este tipo de usos entre los adolescentes.

 

La solución de problemas de información: una habilidad compleja

13 Dic

Los alumnos de un curso deben realizar un trabajo sobre la forma de reducir los abandonos de animales. No se trata de producir un texto de opinión, sino que tienen que aportar datos, presentar distintas propuestas y valorar su efectividad. Casi todos realizan búsquedas de información en internet. Alguno encuentra una noticia interesante en el periódico, hay quien se dirige al albergue de la protectora de animales y habla con los empleados… Finalmente, varios grupos presentan documentos escritos, otros una infografía y hay algunos que realizan una presentación multimedia, un vídeo o una presentación oral.

Está claro que en una tarea así interviene la comprensión lectora, pero también otras habilidades. Se ha propuesto denominar a todo ese conjunto como SPI: solución de problemas de información (IPS en las siglas inglesas). Se puede considerar que la SPI es el proceso por el que las personas que tienen una necesidad informativa la concretan, localizan fuentes de información, extraen y organizan contenidos relevantes de ellas y los organizan y sintetizan para darles un uso. Esta forma de entender la SPI incluye tanto fuentes electrónicas como de otro tipo, por ejemplo, orales, audiovisuales o impresas.

La SPI se utiliza en las escuelas, especialmente cuando los alumnos deben realizar trabajos que requieren documentación diversa, proyectos o se utiliza el aprendizaje basado en problemas. Sin embargo, muchas veces se pide al alumnado que realice el procedimiento de SPI sin que haya una formación acerca de cómo hacerlo de forma eficiente. La SPI utilizando recursos electrónicos es relativamente reciente y podemos tener poca conciencia sobre sus componentes y, además, apenas se han desarrollado estrategias o programas para enseñarla y mejorarla. En este sentido ha sido muy perniciosa la idea de los «nativos digitales» que puede llevar a creer que el alumnado posee unas habilidades avanzadas en el tratamiento de la información electrónica que no parecen ser reales.

Hoy comento una revisión de Amber Walraven, Saskia Brand-Gruwel y Henny Boshizen, de la Universidad de las Netherlands acerca de los problemas que los alumnos encuentran en la SPI y sus posibles soluciones. No es un trabajo reciente, pero me ha parecido muy ilustrativo.

Componentes de la IPS

Amber Walraven

Las autoras parten de un modelo en el que la IPS tiene cinco componentes principales:

  1. Definir el problema de información.
  2. Buscar información.
  3. Consultar la información localizada.
  4. Procesar la información.
  5. Organizarla y presentarla.

Cada uno de esos componentes se puede dividir en microhabilidades y aún habría que añadir una más que no pertenece a ninguno de los cinco componentes y afecta a todos ellos: la regulación del proceso.

Definir el problema de información

Entre las microhabilidades que intervienen en este componente, la de leer la tarea no es especialmente problemática. Hacerse preguntas útiles para la búsqueda parece difícil para los adolescentes (13 a 18 años), que tienden a formularse una pregunta muy general sobre el tema y a cambiarla por otra si no les proporciona suficientes resultados. Los adolescentes también tienen problemas al activar conocimientos previos, aclarar los requisitos de la tarea y determinar la información que necesitan. Apenas se han estudiado estas microhabilidades en niños (6 a 12 años) aunque se puede suponer que tendrán, como mínimo, los mismos problemas que los adolescentes.

Buscar información

Cuando se utilizan recursos digitales para la IPS hay tres formas de buscar información: usar una herramienta de búsqueda, introducir las URL, o navegar siguiendo enlaces sobre un tema. Parece que los niños con 10 años o más ya son capaces de utilizar las tres formas. Los más jóvenes tienden a navegar si la tarea es muy general o está poco definida y a utilizar buscadores si es muy concreta, aunque lo hacen de una forma poco sistemática, por ensayo y error.

Tanto los niños como los adolescentes muestran dificultades para especificar los términos de búsqueda. Los niños tienden a emplear oraciones enteras en lugar de palabras clave, mientras que los adolescentes, a veces, no saben qué terminos emplear, sobre todo cuando tienen que combinar varios términos. En esas ocasiones suelen encontrarse con una cantidad muy grande de resultados, muchos de ellos irrelevantes. Incluso en los adultos, la precisión al elegir los términos de búsqueda parece estar ligada al dominio del tema sobre el que se indaga.

Los niños utilizan formas muy rudimentarias de valorar los resultados de la búsqueda. Tienden a considerar que lo que necesitan para su tarea estará en uno de los resultados que les devuelve la herramienta de búsqueda y toman sus decisiones con un único criterio (el título, el resumen o el orden en que aparecen los resultados). Los adolescentes tienden a acceder a cada uno de los resultados, por orden y sin una evaluación previa, algo que también hacen los adultos con menos conocimientos sobre el tema. En cambio, los adultos más hábiles eligen resultados clave a partir del título, la descripción del contenido, la fuente y la presencia en la URL de expresiones clave como «.com» o «.edu».

Consultar la información

Cuando los niños o jóvenes acceden a una página web tienden a buscar una información que responda exactamente a la tarea que deben realizar o a la pregunta que se han hecho. Para determinar si la web merece la pena miran a las imágenes y leen las primeras líneas. Los niños tienden a creer que la información que encuentran en internet es cierta, aunque contradiga sus propios conocimientos. Sus criterios para elegir información son la relación con el tema, la novedad y el interés. Raramente valoran otras cuestiones como la autoridad de la fuente, la antigüedad, la credibilidad o la precisión de la información. No suelen comparar información entre distintas webs, especialmente si se trata de información que coincide con sus creencias sobre el tema.

Los niños pueden ser más críticos si tienen mayores conocimientos sobre el funcionamiento de internet. En ese caso pueden valorar quién es el autor de la web, su fecha de publicación y buscar información en más sitios. Pero solo realizan eso si el autor y la fecha son fácilmente reconocibles.

Los adolescentes también tienen dificultades para seleccionar información. Tienden a considerar que la herramienta de búsqueda realiza algún tipo de filtrado y les presenta los mejores sitios para encontrar lo que necesitan, de modo que no tienen problema, por ejemplo, en extraer información de tipo científico de webs comerciales. Aunque conocen formas para valorar la credibilidad de una web, les cuesta utilizarlas y suelen fijarse en el aspecto que ofrece. Con respecto a la forma de almacenar los sitios relevantes, los niños tienden a no hacerlo y utilizan el botón de «volver atrás» para regresar a páginas importantes, más que los marcapáginas.

Procesar la información

Los niños y adolescentes no suelen leer en profundidad una web que hayan considerado relevante. Más bien, la rastrean buscando en ella las palabras que les interesan (las relacionadas con la tarea que están realizando). Consecuentemente, tienen problemas para valorar la información procesada, ya que la dan por buena si existen coincidencias entre las palabras del texto y lo que buscan, independientemente del significado del texto. Los niños también tienen problemas para almacenar la información relevante. En lugar de almacenar la información para procesarla posteriormente, modifican el texto explicándolo con sus propias palabras y lo añaden directamente a su producto final.

Organizar y presentar la información

La revisión solo encontró una investigación sobre esta parte de la SPI, en el que se indicaba que tanto los adultos expertos como los inexpertos realizaban con solvencia la organización y presentación de la información.

Regulación

Los niños apenas regulan el proceso. En los adolescentes se han identificado algunos indicios de regulación, como revisar si los términos de búsqueda se han escrito sin errores, pero no sienten la necesidad de hacer un plan de búsqueda o de valorar si su plan resulta adecuado.

Intervención para la mejora

Las intervenciones descritas utilizaron los siguientes elementos:

  • Proporcionar información sobre internet, su estructura, las herramientas de búsqueda, la estructura de las webs
  • Activación de conocimientos previos antes de la fase de búsqueda.
  • Utilizar recordatorios con las partes y recomendaciones para realizar una búsqueda de información eficaz.
  • Realizar búsquedas de información en entornos preaparados especialmente para ello (portales o bibliotecas sobre ciencia) por los propios investigadores.
  • Uso de organizadores o plantillas para estructurar el trabajo (las preguntas que se hacían, sus hipótesis, los términos de búsqueda o las conclusiones).
  • Uso de organizadores para valorar los documentos y su fiabilidad (tipo de documento, autor, fecha, relación del autor con el tema)
  • Limitar la cantidad de webs a consultar y la longitud de la información que se puede extraer de cada una, de modo que los alumnos deben tomar decisiones sobre qué parte es mejor incluir en su producto.
  • Actividades de valorar fuentes (útiles, probablemente útiles, inútiles).
  • Poner normas, como citar la procedencia de la información.

En casi todos los casos, se realizaba un trabajo o proyecto para el que era necesario buscar información. En varios de ellos, especialmente en los que participaban niños, las actividades se realizaban en grupos.

Problemas de matemáticas: ¿típicos o «auténticos»?

31 May

Un empleado tiene que empaquetar 360 botellas en cajas. En cada caja tiene que haber 48 botellas. ¿Cuántas cajas completará y cuántas botellas sobrarán?

No es necesario ponerse a calcularlo, pero sí compararlo con este otro problema:

Los 360 alumnos de tu colegio vais a hacer un viaje el 15 de mayo. Tu tutor te ha pedido que le ayudes con el transporte, y cree que lo mejor sería que todos vayáis en autobús. Tú te encargarás de solicitar los autobuses a ‘Autocares Paco’. En la lista de personas que irán al viaje hay 360 nombres. En cada autobús pueden viajar 48 personas. Elabora la solicitud que enviarás a Autocares Paco.
Tampoco es necesario calcular el resultado. Seguramente se habrá percibido que, en el fondo se trata del mismo problema, un reparto de 360 elementos en grupos de 48 en el que es importante calcular el número de grupos y el resto o número de elementos que quedan sin formar un grupo completo.
Sin embargo, superficialmente, el segundo problema incluye información situacional que puede ser familiar para los alumnos. Santiago Vicente y Eva Manchado, de la Universidad de Salamanca, han publicado una investigación con bastante interés práctico en la que se hacen esta pregunta: ¿se resuelven mejor los problemas aritméticos verbales si se presentan como auténticos? (aunque el texto que se encuentra está en inglés, tras él está el mismo trabajo escrito en español).

La investigación

En el estudio participaron 156 alumnos de 4º, 5º y 6º curso de primaria. Los autores evaluaron el nivel de habilidad matemática (con las escalas de Problemas y Cálculo o Series numéricas del BADYG) y la comprensión lectora (con la prueba del test PROLEC-R). A partir de estos resultados seleccionaron subgrupos de alta y baja aptitud matemática y alta y baja comprensión lectora.
Los problemas utilizados eran todos problemas de cambio (que se resuelven mediante suma o resta) de dos operaciones. Por el tipo de planteamiento había problemas fáciles y difíciles. Estos problemas se presentaban en tres versiones:
  1. Típicos: contienen únicamente la información necesaria para obtener las respuesta.
  2. Auténticos: describen eventos cotidianos de la vida de los alumnos, emplean una pregunta esperable en esa situación, proporcionan información como la que se tendría en una situación real, la resolución tiene un propósito, la cantidades numéricas son adecuadas y se redactan en segunda persona.
  3. PISI: son problemas con información situacional irrelevante. Estos problemas contienen información descriptiva, pero la situación no es cercana, contienen preguntas que el alumno raramente se formularía, carecen de propósito y sus datos son desproporcionados.

Los resultados

Esta investigación no nos da un resultado claro y fácil de interpretar. Lo alumnos acertaron:

  • El 61,7% de los problemas auténticos.
  • El 56,6% de los problemas típicos.
  • El 49,5% de los PISI.

La diferencia entre los PISI y los otros dos tipos fue estadísticamente significativa, pero no la diferencia entre problemas típicos y auténticos.

No se encontraron diferencias entre las distintas versiones de los problemas fáciles, pero en los problemas difíciles, las versiones auténticas fueron resueltas mejor que las versiones típicas. Esta pauta se repetía, con ligeras diferencias, al analizar los resultados de los alumnos con alta y con baja aptitud matemática: los dos grupos resolvían mejor los problemas difíciles cuando eran presentados en una versión auténtica.

Los alumnos con resultados altos en la prueba de comprensión lectora resolvieron mejor los problemas fáciles cuando eran presentados en su versión típica, mientras que en los problemas difíciles les benefició la presentación como problemas auténticos. En cambio, en los alumnos con bajos resultados en comprensión los resultados fueron similares, pero las diferencias no llegaban a ser significativas. Aunque los autores apenas lo comentan, resulta llamativo el bajo resultado que obtienen los alumnos con baja comprensión en los PISI difíciles: resolvieron correctamente un 7,14%, mientras que solucionaron un 19,05% de los típicos o un 21,43% de los problemas auténticos con un nivel de dificultad similar.

 

 

Estrategias para la comprensión de problemas matemáticos y memoria de trabajo

13 Ene

Me interesan muchísimo las investigaciones sobre cómo enseñar a los alumnos a comprender (y por tanto plantear la solución) de problemas matemáticos. En realidad, lo que me interesan son las posibles aplicaciones de estas investigaciones, ya que las dificultades para comprender problemas son bastante comunes.

Lee Swanson nos hace una propuesta de gran interés: que la eficacia de la enseñanza de estrategias para comprender problemas puede depender de la memoria de trabajo de los alumnos. La memoria de trabajo es un concepto muy importante en psicología, pero que apenas se emplea en educación. En esta entrada se puede ver una pequeña explicación de qué es esa memoria de trabajo, que yo suelo definir como la capacidad de retener información a corto plazo mientras la atención está pendiente de otra cosa.

La investigación de Swanson

El artículo de Swanson, publicado en agosto de 2015 se titula intervenciones en estrategias cognitivas que mejoran la resolución de problemas y la memoria de trabajo en alumnos con dificultades de aprendizaje de las matemáticas.

Este artículo describe una investigación realizada con 204 alumnos de 3º de primaria, con dificultades de aprendizaje de las matemáticas y sin ellas y con capacidad baja o normal de memoria de trabajo. Los alumnos fueron asignados a cuatro intervenciones: estrategias verbales, estrategias visuales, estrategias verbales y visuales y grupo de control.

Las estrategias

Los tres grupos experimentales recibieron 20 sesiones de media hora durante 8 semanas. Estas sesiones fueron realizadas en pequeños grupos de 4 o 5 alumnos y dirigidas por estudiantes de doctorado. Durante cada sesión los alumnos recibían un cuadernillo con las actividades a realizar. Las sesiones estaban estructuradas en cuatro fases:

  1. Calentamiento: ejercicios de encontrar el número que falta (_ + 1 = 6) y actividades sobre formas geométricas.
  2. Instrucción: se enseña o se recuerda una microestrategia.
  3. Práctica guiada: práctica con tres problemas acompañados por el tutor, que informa a los alumnos sobre cómo están utilizando las estrategias y sus pasos.
  4. Práctica independiente: trabajo con otros tres problemas sin la ayuda del tutor.

Los problemas para la práctica independiente incluían, progresivamente, más oraciones irrelevantes, pasando de una a cinco oraciones irrelevantes a lo largo del programa.

Las estrategias verbales fueron:

  • Encuentra y subraya la pregunta.
  • Rodea los números.
  • Señala con un rectángulo la palabra clave.
  • Tacha la información no necesaria.
  • Decide qué debes hacer (sumar, restar o ambos).
  • Resuelve el problema.

Estas estrategias iban acompañadas por indicaciones como «si tengo que averiguar el total hay que sumar».

No me queda claro en qué consisten las estrategias visuales, incluso después de consultar otros artículos de Swanson sobre trabajos en los que también se emplearon. De alguna forma, el alumno tiene que completar un diagrama, y existen dos tipos de diagramas. En uno las partes forman un todo. Por ejemplo, hay dos cuadros (las partes) que desembocan en otro (el todo). Este diagrama permite que el alumno pueda calcular el todo a partir de las partes o el valor de una de las partes, conociendo las demás y el todo.

El segundo diagrama es de comparación y es el menos claro. En él hay dos cuadros, de distinto tamaño para colocar los números y, de alguna manera que no acabo de entender, hay que colocar otro número (la diferencia). Quizá es parezca al modelo que está sobre este párrafo, pero el autor no incluye ningún ejemplo. En fin, otro ejemplo de cómo los investigadores suelen publicar para otros investigadores, más interesados en la fiabilidad de las pruebas de evaluación y la corrección de los cálculos estadísticos que en la intervención que se investiga.

La combinación de estrategias verbales y visuales seguía el mismo procedimiento que las estrategias verbales, añadiendo un paso de confección del diagrama.

Por último, es necesario tener en cuenta que el grupo de control, que seguía el currículo ordinario también trabajaba con estas estrategias, incluidas en su programa de matemáticas, pero lo hacía de una forma menos sistemática y enfocada que los grupos experimentales.

Los resultados

Se encontraron tres resultados principales:

  1. La enseñanza de estrategias consiguió mejoras, pero esas mejoras dependían de la memoria de trabajo de los alumnos: los alumnos con baja capacidad de memoria de trabajo no se beneficiaron especialmente de la intervención.
  2. Algunas estrategias funcionaron mejor que otras, pero eso dependía del nivel de competencia matemática de los alumnos. Los alumnos con baja competencia matemática y memoria de trabajo normal obtuvieron mejores resultados que sus equivalentes del grupo de control cuando trabajaban con estrategias verbales. También se beneficiaron, en menor medida de la combinación de estrategias, pero no de las estrategias visuales. Los alumnos con rendimiento matemático y memoria de trabajo normales obtuvieron pequeñas mejoras con los tres tipos de estrategias, siendo mayores con las verbales y menores con las visuales.
  3. Los alumnos que recibieron el entrenamiento en estrategias mejoraron sus resultados en pruebas de memoria de trabajo.

 

 

Portafolios 2015-2016

2 Sep

Ya llevo unos cuantos años, trabajando con otras personas en la creación de materiales para trabajar la comprensión y la lectura, en la comprobación de la eficacia de métodos y actividades, en intervención educativa en el TDAH, modelos de lectura, expresión escrita…

En ese tiempo hemos hecho algunas cosas interesantes. Las más consolidadas las he puesto en circulación y otras aún tienen que terminarse, probarse más, o es necesario sentarse a organizar el material y redactar algo coherente.

Ahora que comienza el curso, he juntado todas estas líneas y proyectos y, en lugar de un aburrido currículum, las he puesto en un portafolios, también aburrido, pero con más colorines. El portafolios (ahora se ha puesto de moda llamarlo portfolio) es una herramienta para la evaluación y la presentación. Es como responder a la pregunta «¿usted qué sabe hacer?» diciendo «mire aquí, yo hago esto».

Portafolios

Destinado a:

A cualquiera que esté interesado en estos temas le recomiendo que eche un vistazo y que consulte, mediante los enlaces o la bibliografía, aquello que más le llame la atención. Algunos de los posibles interesados que se me ocurren:

  • Profesores que busquen ideas, actividades o recursos para trabajar la lectura, expresión escrita o con alumnado con dificultades de aprendizaje o TDAH. Tal vez aquí puedan encontrar algo útil.
  • Alumnos de Magisterio, Pedagogía o Psicopedagogía que quieran plantear un trabajo de fin de grado o de fin de máster de tipo práctico. Aquí podrán encontrar ideas y algunos programas que podrían comprobar, y en algunos casos modelos sobre cómo hacerlo.
  • Editoriales que traten temas de educación: algunos de estos materiales circulan con licencias creative commons, otros no están editados. Nos atrevemos a hacer libros (se pueden encontrar algunos en el portafolios), pero me resulta muy aburrido modificar el manuscrito con el formato de la editorial y presentarlo para que lo revisen y en unos meses te digan que… Me resulta mucho más satisfactorio que la editorial me encargue lo que le interese y me diga en qué formato lo quiere. En muchos casos ya hay suficiente material como para que podáis valorar si algo es publicable.
  • Interesados en formación: soy un conferenciante aburridillo y es muy difícil concertar una fecha conmigo. Eso sí, no soy ningún vendedor de humo, ni un «showman» que entretenga a la gente pero no diga nada. Ahí está el portafolios: eso es lo que sé hacer y eso es lo que puedo enseñar.

El portafolios

Y este es el documento:

 

 

Escolarización temprana y comprensión lectora

26 Ago

Quiero comentar dos trabajos sobre la influencia de la educación infantil en el rendimiento escolar futuro centrándome, claro está en el rendimiento en comprensión lectora.

Datos de PIRLS

El primer trabajo está publicado el Boletín de Educación, 11, y fue realizado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa y el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra. Se trata, como se indica en el título, de un análisis de datos obtenidos en la evaluación internacional PIRLS.

El informe elaborado a partir de PIRLS 2011 pone de manifiesto que al comenzar la educación primaria muchos niños ya son capaces de realizar tareas de lectura porque sus padres les han enseñado a realizarlas o porque las han aprendido en la escuela infantil.

En la evaluación PIRLS se preguntaba a los padres de los participantes si al entrar en la enseñanza primaria sus hijos eran capaces de:

  1. Reconocer la mayor parte del alfabeto.
  2. Escribir algunas letras del alfabeto.
  3. Leer algunas palabras.
  4. Escribir algunas palabras.
  5. Leer frases completas.

Los alumnos que tenían estas cinco habilidades obtenían en la prueba PIRLS (realizada cuando cursaban 4º curso de primaria) una puntuación superior a la de los alumnos que las habían adquirido parcialmente y, sobre todo a la de los alumnos que no eran capaces de realizarlas. España, Rumanía, Lituania y Finlandia eran los países en que las diferencias entre estos grupos eran más acusadas.

Se han relacionado dos variables: nivel de lectura antes de entrar en primaria y resultado en comprensión lectora al cursar 4º de primaria, pero esto no indica necesariamente que la enseñanza de la lectura durante la educación infantil produzca mejoras en el rendimiento en lectura en primaria. En primer lugar, como se ha sugerido antes, no sabemos si esos niños habían aprendido a leer porque se les había enseñado en la escuela (aunque es algo bastante probable) o porque les habían enseñado sus padres.

En segundo lugar, al no controlarse otras variables, no sabemos si la relación identificada se explica, simplemente, porque los niños que tienen más facilidad para aprender a leer (los que no tienen dificultades de aprendizaje, los que tienen mejor capacidad intelectual, provienen de situaciones socio-económicas favorables o reciben más apoyo de sus familias) son los que mejor leen posteriormente, independientemente de que se les haya enseñado a leer o no en la educación infantil.

Datos de la evaluación de diagnóstico de 2009

El segundo estudio que comento se titula Escolarización temprana, trimestre de nacimiento y rendimiento educativo en primaria. Se trata de un análisis realizado con datos de la evaluación de diagnóstico de 2009, que se realizó a todos los alumnos de 4º de primaria.

En este caso, la escolarización temprana era la anterior a los 3 años (primer ciclo de educación infantil) ya que, en España, la mayor parte de la población está escolarizada entre los 3 y los 5 años (segundo ciclo de educación infantil), aunque no se trate de una etapa obligatoria.

Trimestre de nacimiento

En la prueba de comunicación lingüística (comprensión lectora y expresión escrita) los participantes alcanzaron una puntuación media de 500 puntos. Al analizar sus resultados según el trimestre en el que habían nacido, los nacidos entre enero y marzo obtuvieron, como media 514 puntos, los nacidos entre abril y junio 510 puntos, los nacidos entre julio y septiembre 500 puntos y los nacidos entre octubre y diciembre 491 puntos.

Escolarización temprana

Pero el dato más interesante aparece al combinar el trimestre de nacimiento con la escolarización o no escolarización en el primer ciclo de educación infantil: los alumnos que no estuvieron escolarizados obtienen -en 4º de primaria- puntuaciones más bajas en competencia lingüística que sus compañeros nacidos en el mismo trimestre del año.

Esta imagen (enlazada desde ineeblog) muestra muy bien las diferencias:

Comentario

Me pierdo bastante al tratar de interpretar las regresiones multinivel, pero creo que no se estudia la interacción entre escolarización temprana y nivel social, económico y cultural de las familias. Se trata de algo importante por dos motivos:

  1. Las regresiones encuentran una relación (bastante predecible) entre el rendimiento en 4º y distintas variables de la familia como el ISEC, pertenecer a familia monoparental, ser inmigrante o hablar en casa un idioma distinto al de la escuela.
  2. El estudio documenta cómo la escolarización temprana es menor cuanto menor es el ISEC de la familia.

Son dos buenas razones por las que se pueden plantear la hipótesis de que los supuestos beneficios atribuidos a la escolarización temprana podrían ser, en realidad, el efecto del mejor nivel social, económico y cultural de las familias que escolarizan tempranamente a sus hijos. Como indico, esto es simplemente una hipótesis.