La Federación de Gremios de Editores ha publicado un nuevo informe sobre la lectura en España, coordinado por el escritor José Antonio Millán.
Este informe es, en realidad, una colección de capítulos independientes realizados por distintos autores. Está estructurado en dos partes. La primera es sobre la situación actual y en ella se informa sobre la oferta editorial, los puntos de venta de libros y publicaciones periódicas, las bibliotecas, los hábitos lectores y las políticas de lectura. La segundo se titula «La voz de los expertos» y trata sobre el sistema educativo, las librerías, las bibliotecas escolares, los clubes de lectura, la recomendación de lecturas en línea o el transmedia.
A continuación, comento algunos de los capítulos que me han llamado la atención.
Sorpresas en el catálogo de títulos vivos
Desde 1972, la agencia del ISBN ha concedido 2 320 208 títulos. Sin embargo, los títulos vivos, los que se pueden encontrar en el mercado, estarían entre 586 811 (estudio del Comercio interior del libro) y 626 178 (DILVE). Me he llevado una notable sorpresa al ver los datos sobre el género de esos libros.
Resulta que la mayor cantidad de títulos (que no es lo mismo que ejemplares) es la de libros de ciencias sociales y humanidades, un 24,6% del total. Es una proporción mayor que la de literatura (21,5%). Buena parte de esos textos de ciencias sociales y humanidades están relacionados con la enseñanza universitaria. Si a eso les añadimos un 8,4% de textos científico-técnicos y universitarios, parece que la universidad es uno de los motores de la publicación de libros.
Si, además, tenemos en cuenta los textos escolares, que son un 14,2% del catálogo, y parte de las publicaciones de literatura infantil y juvenil (12,5%) o de novela clásica (2,7%) resulta que quizá más de la tercera parte de los títulos que se ofertan en España están relacionados con la formación inicial, media o superior.
Algunos descensos en las bibliotecas
Entre 2010 y 2014 el número de bibliotecas públicas en España se ha reducido en 234. Se trata de una reducción asimétrica ya que 178 de las biliotecas desaparecidas estaban en Castilla – La Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura. En cambio, en Cataluña se han creado 21 nuevas bibliotecas entre 2010 y 2014.
Al mismo tiempo se produce un descenso en el número de bibliotecarios, gastos de adquisición y un envejecimiento de la colección. También se ha reducido el número de préstamos aunque, curiosamente ha aumentado el porcentaje de población inscrita en bibliotecas públicas (actualmente un 34,49%) y las visitas por habitante y año (2,79 en el último dato registrado). Esto hace pensar que las bibliotecas tienen interés no solo por el préstamo de libros, sino por el acceso gratuito a otros servicios como lectura de prensa, uso de ordenadores con conexión a internet, actividades culturales o salas de reuniones o estudio.
Lectura y cultura
Una serie de datos recogida entre 2000 y 2012 muestra un crecimiento progresivo del porcentaje de la población española que se considera como lector frecuente, pasando del 36% al 47,2%. El sector de población con más porcentaje de lectores frecuentes es el de adolescentes y jóvenes entre 14 y 24 años. Tienden a leer más las personas con estudios universitarios, los residentes en municipios con más de un millón de habitantes y las mujeres. A pesar de que el discurso dominante dice que la gente lee cada vez menos, los datos indican que eso no es cierto.
El grupo de lectores frecuentes tiene una inquietud cultura y un interés por la sociedad mayor al de la media nacional: acude con mayor frecuencia al cine, al teatro, conciertos o museos.
¿Solucionando problemas que no existen?
El capítulo sobre el sistema educativo tiene un contenido bastante provocador. Algunos de los puntos más destacables son:
- La propuesta acerca de la lectura de la LOMCE es prácticamente la misma que se hacía en la LOE.
- Esta propuesta se centra en la creación de un hábito lector (tiempo diario de lectura, valoración de las bibliotecas escolares, planes de fomento de la lectura o tratamiento de la lectura en todas las asignaturas), sin que haya menciones a la mejora de la comprensión lectora o a la reflexión sobre los textos.
- Sin embargo, los datos indican que la proporción de lectores entre la población escolar es alta incluso cuando solo se consideran las lecturas realizadas de forma voluntaria en el tiempo libre. Incluso se sugiere que la afición a la lectura entre los alumnos es considerablemente mayor que entre sus docentes.
- El tratamiento de la lectura en el currículo es confuso.
- Existen grandes diferencias en el tratamiento de la lectura en las distintas comunidades autónomas.
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